"Tiene material de calidad", dijo Collins acerca del dominicano. "Consigue swings en blanco. Estoy consciente de que quiere ser abridor, pero también sé que más que estar en la rotación, lo que busca es tener éxito. La pregunta es…...físicamente, ¿será capaz de hacerlo?"
Mejía no lanza en días consecutivos como relevista desde el 2012.
"Tenemos que superar eso", dijo Collins. "Tenemos que determinar si puede soportar la carga físicamente. De ser así, sería tan buen cerrador como cualquier otro pitcher en este juego, dado el material que tiene".
Collins dio a entender que el problema de Mejía es parcialmente mental. Tras sufrir una lesión tras otra en el brazo de lanzar del 2010 al 2013, el derecho lleva una rutina estricta y teme que hasta un cambio mínimo lo ponga en riesgo de más contratiempos. Ese es uno de los motivos por el que Mejía estaba dudoso de volver al rol de relevista.
"Existe una preocupación porque ha tenido problemas con el brazo", dijo Collins. "Es por eso que estamos tratando de tener cuidado con él, hasta que se convenza de que todo va a estar bien. Le va a tomar algo de tiempo poder lanzar en días consecutivos y pensar, 'Oye, voy a estar bien'. La salud es el asunto primordial. Está más preocupado que nadie de que algo vaya a pasar".
Una vez considerado uno de los prospectos de pitcheo más prometedores de los Mets, Mejía fungía como relevista cuando se lesionó el manguito rotador en el 2010. La siguiente temporada, sufrió un desgarre en el codo que requirió de una cirugía Tommy John. Fue operado de nuevo en septiembre del 2013 para removerle espuelas óseas del codo.
Este año, el quisqueyano se reportó a los entrenamientos en salud, pero cauteloso.
No obstante, Collins considera que el derecho posee las demás herramientas. Es por eso que el capataz quiere que sea Mejía -- y no el también dominicano José Valverde, Daisuke Matsuzaka ni los otros relevistas del club -- quien se adapte de manera definitiva al noveno inning.
Desde que fue trasladado al bullpen la semana pasada, Mejía ha hecho tres presentaciones en blanco en las que ha ponchado a cinco bateadores sin otorgar boletos. El dominicano, quien promediaba 93 millas por hora en su recta como abridor, está promediando 95 mph como relevista.
Por su parte, Mejía disfruta la labor de relevista a pesar de que preferiría ser abridor.
"Digo a cada rato que se trata de un inning, una situación", dijo Mejía. "Para mí, es lo mismo lanzar en el séptimo, en el octavo o en el noveno".
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