Eso se ha convertido en una vistosa rutina para el taponero, que esta temporada está con los Marineros de Seattle, su cuarto equipo en los últimos seis años.
Con su mudanza a la costa oeste, luego de haber estado en la del este, con los Rays de Tampa Bay, el dominicano se trajo algunas de sus viejas flechas, esperando el encargo que hizo de las nuevas.
"Las flechas van a estar otra vez en Seattle. Mandé a afilar cincuenta y pico de flechas para llevarlas a Seattle, con el favor de Dios. Eso es lo que andamos buscando", dijo Rodney a ESPNDeportes.com.
Esas flechas de las que habla y lanza el dominicano, son imaginarias y tratan, en sentido figurado, de representar la cantidad de juegos salvados que aspira alcanzar durante esta campaña.
Los Marineros confían en que Rodney tenga esa oportunidad, pues eso representaría una buena cantidad de triunfos para el equipo que lo contrató, el 7 de febrero, por dos temporadas y 14 millones de dólares.
“ Las flechas van a estar otra vez en Seattle. Mandé a afilar cincuenta y pico de flechas para llevarlas a Seattle, con el favor de Dios. Eso es lo que andamos buscandoEl apagafuegos no ve problema en alcanzar esa meta, pues ya él ha desarrollado un método para controlar la escena, sin importar el escenario, la presión, ni la responsabilidad.
” -- Fernando Rodney
"Yo tengo la mentalidad del cerrador, la he creado. Eso es parte de los instintos que uno tiene y que uno no puede controlar", expresó el apagafuegos, quien agregó: "El plan del cerrador es llegar ahí en ese momento y sentirse como en su casa, controlar todo lo que se ve de afuera y hacerlo parte de su juego. Así lo veo yo y eso es lo que tengo que seguir haciendo aquí".
En las dos últimas campañas, Rodney ha cosechado 85 juegos salvados, la tercera mayor cantidad en Grandes Ligas, detrás de Jim Johnson (101) y Craig Kimbrel (92); y desde el 2009 tiene 139, la séptima cifra más elevada entre los cerradores activos.
El que mantenga esa consistencia es la aspiración de los Marineros, así como que el dominicano sea capaz de liderar el joven staff de bullpen que tiene el equipo y sea junto a Robinson Canó y Félix Hernández una de las figuras de ellos.
El cerrador tampoco ve ningún inconveniente en esa situación, pues cree que tiene la experiencia y los argumentos necesarios para cumplir también con ese objetivo.
"Primeramente uno tiene que darse a respetar y hacerse sentir en el grupo de compañeros que tiene", dijo Rodney, quien agregó: "Seguir a un líder es seguir las cosas positivas y las cosas buenas que uno ha creado en el terreno de juego y para eso uno trabaja fuerte".
Todavía el dominicano no sabe quiénes serán los compañeros de batalla que tendrá durante esta temporada a su lado, en el bullpen, por lo que ese proceso de influencia y acercamiento sobre ellos no se ha iniciado del todo.
"El equipo no está armado todavía, creo que el único que sabe su posición soy yo, pero una vez que comencemos la temporada vamos a poner las cosas sobre la mesa", expresó.Lo que de entrada si ha puesto sobre la mesa Rodney es su personalidad alegre y extrovertida dentro de los Marineros, algo que ha hecho la adaptación más fácil, al punto de que en estos momentos se le ve a sus anchas dentro del clubhouse de los navieros, como si hubiera estado en ellos durante años.
"Lo que pasa es que ya entiendo un poquito el medio en todo esto, porque este es el cuarto clubhouse en el que he estado. Ya sé cómo más o menos caminan las cosas, cómo uno más o menos debe comportarse, cómo es el trato que hay que dar y que hay que recibir. Por eso siempre trato de estar contento", dijo Rodney.
En la novena de Seattle, el dominicano se ha encontrado con una buena cantidad de peloteros latinos, además de las súper estrellas Robinson Canó y Félix Hernández.
"El ambiente está bueno y la química que se está sintiendo aquí como equipo, es la química que se necesita para empezar una temporada de 162 juegos. Con buena química es con lo que uno llega lejos", aseguró.
Pero por mucha comunión que haya, los resultados son lo que mantienen el buen ambiente de un conjunto. Eso lo sabe Rodney y por ello confiesa estarse preparando para no desaprovechar ninguna oportunidad de salvar durante esta campaña.
"Lo que he venido haciendo es tratar de localizar mi recta. No estoy tratando de lanzar más nada. Lo mío ahorita es la localización de mi recta y los movimientos de mis pitcheos rompientes. Nunca vengo a tratar de ser perfecto, vengo a trabajar las dos esquinas de mi plato. Después de ahí, la perfección sale sola, la perfección es para la temporada", dijo Rodney, de 37 años de edad y quien va a su duodécima campaña en Grandes Ligas.
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