"Las malas sensaciones pasaron por otro lado: mi derecha, mi revés... Es cierto que jugué contra dos rivales que no me iban a hacer fácil el hecho de entrar en ritmo. Pero así es esto. Salvé una situación complicada el primer partido y esta vez estuve cerca", enmarcó el español.
El N°1 nunca había caído antes de semifinales en Indian Wells. Y es la primera vez desde Montreal 2011 que se despide previo a octavos en un Masters 1000: "Quería jugar bien aquí. Me fue bien en el pasado y es un torneo que siempre disfruté. Pero no se puede estar en la final cada semana. Voy a seguir trabajando duro para estar listo en Miami".
"Cuando uno es empujado hasta el límite, estas cosas pasan. Lo felicito [a Dolgopolov]. Creo que jugó mejor que yo. Eso es todo. La vida continúa", cerró.
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