Con la cara de la franquicia, Clayton Kershaw, ya firmado a largo plazo, los fanáticos de los Dodgers han puesto sus ojos en el agente libre japonés Masahiro Tanaka.
¿Pero qué de Ramírez, uno de los mejores bateadores de la alineación titular? El dominicano podrá convertirse en agente libre después del 2014, en caso de los Dodgers no darle una extensión de contrato.
Darle una extensión de Kershaw-el zurdo de 25 años con tantas cualidades intangibles además de dos Premios Cy Young-fue una decisión fácil para Los Angeles. Sin embargo, las situaciones de Tanaka y Ramírez son un poco más complicadas.
En cuanto a Tanaka, el interés de los Dodgers no ha lucido tan fuerte, sobre todo cuando se lo compara con la forma en que el equipo persiguió hace un año al curcoreano Hyun-Jin Ryu y a Zack Greinke.
Cuando se calcula el cobro de "posteo" que va al equipo de Tanaka en Japón, el derecho costaría aproximadamente el doble de los US$62 que gastaron los Dodgers en el zurdo Ryu.
Si Tanaka quiere jugar sí o sí en la Costa Oeste de los Estados Unidos, y en particular con los Dodgers-y si toma en cuenta ésos y otros factores, aparte de la oferta económica que reciba-Los Angeles podría tener posibilidades de firmarlo.
Pero si el diestro quiere ser la estrella indiscutible de su club y si busca crear una "guerra de ofertas" para maximizar su contrato, lo más probable es que los Dodgers no sean el destino de Tanaka-si es que los dueños no emiten una orden de firmarlo.
El destino de Tanaka se definirá para el 24 de enero, fecha límite dictada por el nuevo sistema de "posteo". La situación de Ramírez podría tomar más tiempo para resolverse y debe de ser bien importante para el futuro de los Dodgers.
Ramírez se ganará US$16 millones en éste, el último año de un contrato de seis temporadas y US$70 millones que firmó con los Marlins en el 2008. El dominicano ganó un título de bateo en el primero año del pacto, pero nunca volvió a tener esa clase de éxitos con los Marlins y, luego de chocar con el manager de aquel entonces de Miami, el venezolano Ozzie Guillén, fue canjeado a los Dodgers en el 2012.
A pesar de llegar a Los Angeles con fama de inmaduro, bajo el manager Don Mattingly Ramírez se ha portado como todo un profesional en los Dodgers.
Ha rendido al bate cuando ha estado en salud, pero ahí está otro factor que podría estar en contra de una extensión de contrato. Ramírez, ahora con 30 años, sufrió cuatro lesiones la temporada pasada y jugó en apenas 86 partidos. De cualquier forma, terminó octavo en las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Dos de las lesiones de Ramírez el año pasado fueron cosa de una sola ocasión (desgarre en un ligamento en un pulgar, mini-fractura en una costilla), pero los dolores continuos en la parte inferior de la espalda requiere de atención casi siempre.
Una extensión de contrato para Ramírez probablemente incluiría alguna clase de acuerdo en el que el quisqueyano aceptara trasladarse del campo corto a la tercera base en un futuro. Eso dependería del desarrollo del prospecto del campo corto, Corey Seager, quien hasta ahora no ha jugado por encima del nivel de Clase-A.
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