Ferrer sumó 10 winners más que el mallorquín (29 contra 19), cinco errores menos (20 frente a 25) y presentó mejores porcentajes al servicio, pero más allá de los números mostró una agresividad permanente y plena concentración en su juego, sacando adelante momentos clave y soportando los embates de quien le había ganado los últimos nueve enfrentamientos (y que dominaba el historial por 20-4).
El valenciano tomó riesgos, subió con decisión a la red (donde ganó 14/18) y salvó 6/7 break points, logrando 3/8 en respuesta. En la primera manga, quebró en el cuarto game con un gran passing de revés y ya nunca abandonó la diferencia.
En el segundo parcial, levantó de arranque cuatro oportunidades de quiebre y en el game siguiente se quedó con el saque de Nadal. Era todo de Ferrer. Hasta el ojo de halcón: porque sacando 3-2 y break point en contra, el vigente campeón probó un revés paralelo que pareció largo, cantaron mala y reestablecía la paridad. Pero el de Javea pidió challenge, tuvo razón y mantuvo la brecha.
El único momento de zozobra para Ferrer llegó en el instante menos deseado: sirviendo para partido, tomó decisiones apresuradas, entregó el game con errores propios y cedió su saque por primera vez en el partido. Parecía otro capítulo más de una historia repetida. Pero aquí mostró el valenciano su fortaleza mental y enseguida salió a buscar nuevamente el quiebre, lo logró y ya sin vacilar cerró su victoria en una hora y 38 minutos.
De esta forma, Ferrer sigue camino a la defensa de su único M1000 hasta la fecha. Y, de yapa, se aseguró terminar el año por encima del británico Andy Murray. Ahora se verá por 16ª ocasión con Djokovic, quien lidera el historial por 10-5 y este año lo venció en Australia. El serbio dio cuenta de Federer por 4-6, 6-3 y 6-2 y conserva sus esperanzas de cerrar 2013 en lo más alto del ranking. Para ello, deberá ganar París y Londres y esperar que Nadal no sume ningún punto en las Finales ATP.
Sin embargo, el rumbo cambió a partir de allí. El hombre de Belgrado comenzó a dominar desde el fondo de la cancha, sus tiros comenzaron a herir y se quedó con los sets siguientes por 6-3 y 6-2. En total, el ganador sumó 27 tiros ganadores y 27 errores no forzados, en las dos horas exactas que duró el partido. Pero la balanza se inclinó con el suizo, que sumó 23 winners y 37 errores no forzados, gran parte de ellos sobre el final. Ambos tuvieron la misma efectividad con los break points: 40%. Pero mientras Djokovic aprovechó 4/10 el suizo apenas concretó 2/5.
El serbio ya logró cinco títulos en esta temporada, incluido el Abierto de Australia, mientras que Federer, en contrapartida, sufre con una sola copa (Halle) y una caída clara en el ranking, donde se ubica 6º. Djokovic, además, viene de obtener los dos últimos torneos que jugó, en Pekín y Shanghai. Por su parte, el suizo perdió la única final de Masters 1000 a la que llegó en 2013, en Roma.
En pocos días, Roger tendrá revancha: es que ambos se volverán a ver las caras en las Finales ATP de Londres, donde comparten grupo con Juan Martín del Potro y Richard Gasquet.
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