Sin embargo, el no haber pasado por el quirófano puede acarrearle en el futuro un notable riesgo de recaída o de lesión seria en la parte afectada.
Melo ya se perdió partidos la pasada campaña al arrastrar un desgarro parcial en el hombro, pero finalmente optó por no operarse y esperar a que remitiera el dolor a través de una exigente rehabilitación a lo largo del verano. Si se hubiera operado habría estado entre 4 y 5 meses sin jugar, se habría perdido la pretemporada y no habría llegado a tiempo de jugar la primera parte de la temporada regular.
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