Desde hace tiempo se hacen diligencias en busca
de cambiar los nombres de los principales estadios de béisbol
dominicano, en especial el de Santo Domingo y Santiago. Nosotros hemos
sido renuentes a ponerles nombres de peloteros. En las Grandes Ligas no
existe ningún parque de pelota que lleve el nombre de un beisbolista.
Allí los reconocimientos se realizan con placas, estatuas, etc.
Pero, como aquí en nuestro país tenemos el “Tetelo Vargas” en San Pedro de Macorís y el “Julián Javier” en San Francisco, muy meritorios ambos, cambiamos de opinión y nos gustaría mantener los nombres originales de Quisqueya y Cibao y agregarles los de Juan Marichal y Horacio Martínez, y si es preferido a este último podría cambiarse por Hermanos Martínez (Horacio, Aquiles, Toñito y Julito).
Si mal no recordamos, el nombre de Marichal al Quisqueya fue solicitado en una ocasión por el veterano periodista y líder en el “Gobierno de la Mañana”, Álvaro Arvelo, y nos parece también que Freddy Mondesí (La Voz que vende), apeló porque eso sucediera, y en los últimos años, el apreciado amigo Eduardo Dauhajre ha estado abogando para que se haga realidad.
De Marichal no tenemos que hablar ni escribir, de hecho, todo el mundo conoce ampliamente la grandeza deportiva de ese señor. En el caso nuestro hemos escrito más de veinte artículos y un libro donde reseñamos su vida deportiva; y en cuanto a Horacio Martínez, también nos ha tocado escribir mucho al respecto de sus actuaciones nacionales e internacionales. Además le escribimos un libro, y para los que ya se han olvidado, debemos recordarles que en los años 30, 40 y parte del 50, este cibaeño, oriundo de Santiago, era el mejor paracorto dominicano y uno de los más notables en el béisbol de aquella época.
El famoso manager norteamericano Leo Durocher (El Labio), manifestó en una oportunidad que si los peloteros de color podían jugar en el Big Show, Horacio Martínez sería short stop regular del mejor de los equipos. En junio-julio de 1939, Horacio ganó el campeón bate de la serie dominico-puertorriqueña, entre “Ponce Kofresí” de Puerto Rico y “Licey” y “Escogido”.
En 1935 llegó Horacio a los “New York Cubans” de las Grandes Ligas Negras de los Estados Unidos y con ellos se mantuvo hasta la campaña de 1947. El denominado “Rabbit” o “Mister Short Stop” actuó en 5 Juegos de Estrellas, siendo el criollo que más participó en esos eventos. Vio acción en 1940, 1941, 1943, 1944 y 1945, bateando para un soberbio 545, producto de 6 hits en 11 veces al bate. En Cuba, Venezuela, Panamá y Puerto Rico también se destacó.
No hay cabida aquí para insertar todo lo realizado en sus años de jugador activo y en el que fuere considerado el mejor escucha, luego de haber firmado a Juan Marichal, los hermanos Rojas Alou (Felipe, Mateo y Jesús), Manuel Mota, Vidal Nicolás, Elías Sosa, Rico Carty, Danilo Rivas, Pepe Frías, Federico Velázquez, Ricardo Joseph, Tomás Silverio, Julio César Imbert, Rafael Robles y muchos más.
No olvidamos la fecha del miércoles 10 de julio de 1985, cuando el entonces Presidente de la República, doctor Salvador Jorge Blanco, recibió en el Palacio Nacional a una delegación de periodistas de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, y en dicha reunión hicimos la petición para ponerle el nombre de Horacio al play de Santiago, se trataba en ese entonces del cibaeño que más en alto puso el nombre patrio en playas extranjeras. El presidente lució motivado a nuestra exposición y la refirió de inmediato a su debido estudio. No hubo respuesta. Esperamos ahora que se consagre definitivamente a Juan y Horacio, como dos útiles y buenos ciudadanos que hicieron tanto por el deporte.
Noticias VariasLamentamos el deceso del inmortal deportista Eloy Rodríguez Lodeiro, ocurrido el primero de septiembre. Paz a sus restos.
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Nos alegró mucho el homenaje ofrecido en Moca a la figura de Julio César Castaños Espaillat, a quien tuve a bien conocer cuando él era estudiante y se examinaba en la Escuela Normal de La Vega, y allí nos hicimos amigos, y luego laboramos juntos con el Padre Sergio Figueredo, para más tarde juntarnos en el Club Rotario. Magnífica persona y buen amigo.
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Cuando el japonés Sadaharu Oh impuso el récord de 55 jonrones en 1964, nadie imaginó que el curazoleño Wladimir Balentien lo iba a destronar como rey del jonrón en los campeonatos japoneses, durante una temporada, al sobrepasar la marca establecida por Oh.
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Nos excusamos con el amigo Juan Eric Yermenos por no haber podido asistir al Quinto Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Petromacorisano. Enterado del éxito del mismo. Nos quedamos esperando el programa y revista del acto de exaltaciones.
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El Templo de la Fama del Deportista Vegano, presidido por Luis Elpidio Cumba, celebrará el próximo domingo 29 el XXIII Ceremonial en el recinto del Country Club de La Vega, a las 10 de la mañana. Atención a todos los deportistas veganos.
Pero, como aquí en nuestro país tenemos el “Tetelo Vargas” en San Pedro de Macorís y el “Julián Javier” en San Francisco, muy meritorios ambos, cambiamos de opinión y nos gustaría mantener los nombres originales de Quisqueya y Cibao y agregarles los de Juan Marichal y Horacio Martínez, y si es preferido a este último podría cambiarse por Hermanos Martínez (Horacio, Aquiles, Toñito y Julito).
Si mal no recordamos, el nombre de Marichal al Quisqueya fue solicitado en una ocasión por el veterano periodista y líder en el “Gobierno de la Mañana”, Álvaro Arvelo, y nos parece también que Freddy Mondesí (La Voz que vende), apeló porque eso sucediera, y en los últimos años, el apreciado amigo Eduardo Dauhajre ha estado abogando para que se haga realidad.
De Marichal no tenemos que hablar ni escribir, de hecho, todo el mundo conoce ampliamente la grandeza deportiva de ese señor. En el caso nuestro hemos escrito más de veinte artículos y un libro donde reseñamos su vida deportiva; y en cuanto a Horacio Martínez, también nos ha tocado escribir mucho al respecto de sus actuaciones nacionales e internacionales. Además le escribimos un libro, y para los que ya se han olvidado, debemos recordarles que en los años 30, 40 y parte del 50, este cibaeño, oriundo de Santiago, era el mejor paracorto dominicano y uno de los más notables en el béisbol de aquella época.
El famoso manager norteamericano Leo Durocher (El Labio), manifestó en una oportunidad que si los peloteros de color podían jugar en el Big Show, Horacio Martínez sería short stop regular del mejor de los equipos. En junio-julio de 1939, Horacio ganó el campeón bate de la serie dominico-puertorriqueña, entre “Ponce Kofresí” de Puerto Rico y “Licey” y “Escogido”.
En 1935 llegó Horacio a los “New York Cubans” de las Grandes Ligas Negras de los Estados Unidos y con ellos se mantuvo hasta la campaña de 1947. El denominado “Rabbit” o “Mister Short Stop” actuó en 5 Juegos de Estrellas, siendo el criollo que más participó en esos eventos. Vio acción en 1940, 1941, 1943, 1944 y 1945, bateando para un soberbio 545, producto de 6 hits en 11 veces al bate. En Cuba, Venezuela, Panamá y Puerto Rico también se destacó.
No hay cabida aquí para insertar todo lo realizado en sus años de jugador activo y en el que fuere considerado el mejor escucha, luego de haber firmado a Juan Marichal, los hermanos Rojas Alou (Felipe, Mateo y Jesús), Manuel Mota, Vidal Nicolás, Elías Sosa, Rico Carty, Danilo Rivas, Pepe Frías, Federico Velázquez, Ricardo Joseph, Tomás Silverio, Julio César Imbert, Rafael Robles y muchos más.
No olvidamos la fecha del miércoles 10 de julio de 1985, cuando el entonces Presidente de la República, doctor Salvador Jorge Blanco, recibió en el Palacio Nacional a una delegación de periodistas de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, y en dicha reunión hicimos la petición para ponerle el nombre de Horacio al play de Santiago, se trataba en ese entonces del cibaeño que más en alto puso el nombre patrio en playas extranjeras. El presidente lució motivado a nuestra exposición y la refirió de inmediato a su debido estudio. No hubo respuesta. Esperamos ahora que se consagre definitivamente a Juan y Horacio, como dos útiles y buenos ciudadanos que hicieron tanto por el deporte.
Noticias VariasLamentamos el deceso del inmortal deportista Eloy Rodríguez Lodeiro, ocurrido el primero de septiembre. Paz a sus restos.
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Nos alegró mucho el homenaje ofrecido en Moca a la figura de Julio César Castaños Espaillat, a quien tuve a bien conocer cuando él era estudiante y se examinaba en la Escuela Normal de La Vega, y allí nos hicimos amigos, y luego laboramos juntos con el Padre Sergio Figueredo, para más tarde juntarnos en el Club Rotario. Magnífica persona y buen amigo.
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Cuando el japonés Sadaharu Oh impuso el récord de 55 jonrones en 1964, nadie imaginó que el curazoleño Wladimir Balentien lo iba a destronar como rey del jonrón en los campeonatos japoneses, durante una temporada, al sobrepasar la marca establecida por Oh.
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Nos excusamos con el amigo Juan Eric Yermenos por no haber podido asistir al Quinto Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Petromacorisano. Enterado del éxito del mismo. Nos quedamos esperando el programa y revista del acto de exaltaciones.
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El Templo de la Fama del Deportista Vegano, presidido por Luis Elpidio Cumba, celebrará el próximo domingo 29 el XXIII Ceremonial en el recinto del Country Club de La Vega, a las 10 de la mañana. Atención a todos los deportistas veganos.
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