Ganadores
Aunque ningún equipo puede ufanarse de haber cubierto todas sus necesidades, entre los que al menos pudieron salir con un balance más o menos positivo, se encuentran Medias Rojas, Orioles, Atléticos, Dodgers y Tigres. Otros que no son contendores, pero se beneficiaron agregando talento a sus sistemas, son los Astros y los Cachorros. Boston pudo conseguir el mejor lanzador abridor disponible en el mercado en Jake Peavy, quien si está saludable debe ser una pieza útil en la carrera por los playoffs y una eventual aparición en la post-temporada. Aunque los Medias Rojas ceden un hombre como José Iglesias, cuya defensa en el shortstop es proyectada como elite, el precio que Ben Cherington no quería pagar era el de sus mejores prospectos. Uno de ellos es Xander Bogaerts, quien juega la misma posición que Iglesias, haciendo a este último redundante. La otra cara de la moneda en esta transacción son los Tigres de Detroit, quien al adquirir a Iglesias no solo obtienen su shortstop del futuro, sino un posible sustituto inmediato de Jhonny Peralta si finalmente es suspendido. En cuanto a Baltimore, Bud Norris agrega una necesitada profundidad a la rotación, a un precio bastante razonable, y Francisco Rodríguez representa lo mismo en el bullpen. Los Atléticos hicieron una transacción acorde a su realidad al conseguir a Alberto Callaspo, un útil jugador cuya versatilidad en el cuadro interior le dará opciones al manager Bob Melvin, especialmente en un platoon con Eric Sogard en segunda base. Los Dodgers reforzaron la parte trasera de su rotación con Ricky Nolasco, y aunque no mejoraron las posiciones de segunda y tercera base, si la alternativa en tercera iba a ser Michael Young, no era mucha la diferencia con Juan Uribe. En cuanto a Astros y Cachorros, el simple hecho de agregar talento joven ñno importa la proyecciónñ a sus sistemas a cambio de jugadores cuya utilidad en el corto plazo es irrelevante, representa una victoria aunque sea minúscula.
Términos Medios
Incluyan en este grupo a los Rangers de Texas, que aunque por un lado pudieron conseguir a Matt Garza, fallaron en agregar uno o dos bateadores más a su alineación que luce menos potente que años anteriores. Es obvio que Jon Daniels y sus lugartenientes hicieron el esfuerzo, pero es probable que el precio iba siempre a girar alrededor de Jurickson Profar, lo cual explica por que no llegaron a ningún acuerdo. Los Yankees con Alfonso Soriano trataron de atacar los problemas de su atroz producción de bateadores derechos, pero el hueco de la tercera base, y hasta cierto punto la primera siguen abiertos. Los Padres hicieron una transacción razonable al conseguir a Ian Kennedy, quien debe ayudar los problemas de su rotación, y mejorar su desempeño ahora en un estadio mas amigable para lanzar. Los Royals ñsi bien a un precio un poco elevadoñ obtuvieron la parte derecha de un platoon con el jardinero Justin Maxwell, de buena producción contra pitcheo zurdo, para unirlo a David Lough en el bosque derecho. Cleveland, Tampa Bay y Arizona tuvieron que conformarse con agregar piezas de bullpen.
Perdedores
El grupo de los perdedores está mayormente formado, a nuestro juicio, mas que por equipos que no adquirieron piezas para ayudarse ñentre ellos Cincinnati, San Luis y Pittsburghñ por otros que, con varios jugadores veteranos atractivos para otros equipos, decidieron dispararse al cuello a sí mismos pidiendo precios exorbitantes por los mismos, o simplemente resistiéndose a colocarlos en el mercado. Los dos casos más obvios son los de Filadelfia y Seattle. Rubén Amaro, Jr., gerente general de los Filis, accedió a regañadientes su realidad de no contendor, pero no pudo deshacerse de Michael Young, y aparte decidió conservar a Jonathan Papelbon, Carlos Ruiz, Chase Utley, Jimmy Rollins y Cliff Lee.
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