Dejó de funcionar el primer servicio del local. Por eso, el argentino rápidamente logró sacar ventajas en el set final. El golpe de gracia lo dio en el séptimo game cuando, gracias a un drive que su rival dejó en la red, quebró otra vez para servir para el partido. Costó el cierre pero tanta ventaja se hizo imposible para el local.
En conclusión, el oriundo de Tandil concretó 4/6 break points contra 1/5 de su rival, que solo ganó el 36% de los puntos con su segundo servicio.
El argentino, vale decir, cedió apenas un set en la semana, justo en la final. Por eso, consiguió su segunda corona del año (Rotterdam, la anterior) y la decimoquinta de su carrera. Entre sus compatriotas, apenas Guillermo Vilas (62) y José Luis Clerc (25) ganaron más.
El estadounidense era de temer en su casa. Disputaba su 13ª final en su país (en un total de 15 finales), donde ganó seis de sus siete títulos, incluidos los conseguidos este año en Atlanta y Houston.
Del Potro, cabe destacar, accedía al choque decisivo tras vencer al alemán Tommy Haas (12°), en un duelo en el que recibió un guiño cómplice del clima al tener una interrupción que duró más de cuatro horas.
El logro del argentino en Washington se torna particularmente importante para su ránking puesto que el próximo lunes se le irán los 340 puntos de los Juegos Olímpicos de Londres, donde obtuvo la medalla de bronce. Con lo hecho aquí sumará 500 acercándose al checo Tomas Berdych, sexto en el ranking mundial.
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