El torneo estuvo marcado por numerosas manifestaciones para protestar la gestión del gobierno. Mientras Brasil jugaba la final con España, la policía disparaba ganadas de gas lacrimógeno contra manifestantes en las afueras del estadio Maracaná el domingo.
Pero Blatter opinó que el torneo “fue un éxito... a pesar de toda esta agitación y de las protestas”, y aseguró estar convencido de que habrá “una gran Copa Mundial el año que viene”.
Los manifestantes protestaron la gran inversión en instalaciones deportivas para la Copa Mundial del año que viene mientras la ciudadanía no dispone de buenos servicios básicos.
“No voy a discutir” las acciones policiales para reprimir a los manifestantes fuera de algunos estadios en las dos últimas semanas, sostuvo Blatter en una conferencia de prensa.
Luego de agradecer a todos los que colaboraron en la Copa, el dirigente dijo sentirse “feliz de que esto haya terminado, con los resultados deportivos que hubo y con la sensación de que la agitación social está cediendo”.
“No sé por cuánto tiempo, pero está cediendo”, acotó.
Brasil ganó el torneo tras derrotar 3-0 a España en la final.
Blatter afirmó que cuando se organiza una Copa Mundial o unos Juegos Olímpicos (los del 2016 están programados en Río) “no se puede tener contentos a todos, pero nosotros tratamos de hacer a todos felices”.
El ministro de Deportes Aldo Rebelo dijo que no cree que las protestas hayan afectado el torneo.
“No somos un país perfecto”, expresó. “Tenemos muchos desequilibrios, diferencias entre las regiones. Estas manifestaciones no surgieron de la nada”.
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