Cientos de miles de brasileños salieron a las calles en junio en manifestaciones que coincidieron con la Confederaciones. Las protestas pedían mejores servicios públicos y criticaban el gasto de dinero para organizar el Mundial.
La FIFA habló con el gobierno brasileño después de la Confederaciones.
“No fue una reunión política, pero sí enfatizamos el tema de la inestabilidad social que hubo durante toda la Copa Confederaciones”, señaló Blatter. “El gobierno ya sabe que no debe haber disturbios en el Mundial del próximo año”.
Blatter, que acudió a un congreso sobre deportes, medios y economía organizado por Franz Beckenbauer en Austria, dijo que hablará sobre el tema en septiembre con la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
“Creo que estas protestas fueron señales de alerta para el gobierno, el senado, el parlamento”, indicó Blatter. “Deben trabajar para que esto no vuelva a suceder. Aunque las protestas, si son pacíficas, son parte de una democracia, y por lo tanto hay que aceptarlas. Estamos convencidos de que el gobierno, y especialmente la presidenta, encontrarán las palabras y las acciones para evitar que se repitan. Tienen un año para hacerlo”.
La Copa Confederaciones, que ganó Brasil, fue enmarcada por manifestaciones, en ocasiones violentas, en varias ciudades donde se disputaban partidos.
Muchos manifestantes protestaban por el gasto de cientos de millones de dólares para construir estadios para el Mundial del próximo año, y exigían más recursos para la educación, salud y transportación.
“Nosotros no tenemos que aprender lecciones de las protestas en Brasil, los políticos de Brasil tienen que hacerlo”, señaló Blatter. Agregó que la FIFA “no puede ser responsabilizada” por la desigualdad social en Brasil.
0 comentarios:
Publicar un comentario