Federer atraviesa un año signado por la irregularidad, con semifinales en Australia, cuartos en Roland Garros y final en Roma como notas destacadas, pero también algunas derrotas sorpresivas (Benneteau en Rotterdam, Nishikori en Madrid) e inconvenientes físicos que mermaron su rendimiento (la espalda en Indian Wells, el tobillo en París).
Sin ir más lejos, la de este domingo será la segunda final en el año para Roger (la otra, la citada: en Roma, ante Nadal), una cifra extraña a esta altura de la temporada para él. En 2012, la semana en Halle lo encontraba arribando a su quinta definición en el año (habiendo ganado las cuatro anteriores).
El séptuple campeón de Wimbledon llegará al All England con apenas dos finales en la temporada ("apenas" en su contexto, claro) por primera vez desde 2001, año de su primer título (en el ya extinto torneo de Milán).
Será el 15° enfrentamiento entre Federer y Youzhny. El historial es cruel: 14-0 para el suizo. Y, curiosamente, seis de esos antecedentes fueron en pasto. El último, en cuartos de Wimbledon 2012 y trámite para el ex N°1 del mundo por 6-1, 6-2 y 6-2.
El ruso viene de obtener buenas victorias consecutivas ante jugadores de mejor ranking: Kei Nishikori, Philipp Kohlshcreiber y Richard Gasquet, alcanzando su primera final desde Zagreb 2012. En total, el nacido en Moscú acumula ocho títulos; ninguno sobre pasto.
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