La campeona Dahiana Santana “sangra” y le arde la ausencia de su pequeña, pero ha tenido que volver a un lejano campamento de California o de Las Vegas, Nevada, a prepararse con conciencia para defender su corona, a su regreso, su salario no le alcanza para más que fortalecer un negocio de freiduría que mantiene en las inmediaciones del Parque del Este, en la zona oriental.
Santana viajará a Argentina a exponer su corona, contra la también campeona Claudia López.
“Nosotras decidimos abandonar la cocina y subir al ring, luego sacrificamos nuestros estudios, en mi caso universitario, tengo los 7 semestres más largos de la historia de una carrera, ya que estudio sicología y cada vez que tengo una pelea me retiro de la universidad.
“Claro, hemos visto la realidad muy tarde, cuando gané mi primera corona me pagaron 800 dólares en Haití, bajé de 130 jajajajajaja”, se ríe con ansiedad. “Luego hemos mejorado, en Las Vegas me pagaron 8 mil, en el país 6 mil, luego 5 mil... Me iba a ganar 30 mil en África, pero preferí que la retadora viniera aquí, aunque ganara menos estaría frente a mi público”.
“Es una verguenza”
La también monarca pluma, versión WIBF, la Cachorrita Hernández manifestó que el tema de las bolsas que ganan es muy pírrico.
“Es mejor no decirlo, es una vergüenza lo que llevamos a la casa luego de tantos sacrificios”, dijo Hernández en el Café Deportivo.
La flamante reina supergallo FIB, Katy Pamela Wilson, mantiene sus estudios, cuarto bachiller, con el ring, mirando hacia el futuro.
“Bueno, yo no me arrepiento, la alegría de ganar el cetro no me hizo pensar en el dinero”, agrega Oxandra Castillo, monarca superwelter.
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