Cada paso, cada movimiento, cada respiro... Josh Hamilton fue recibido con abucheos en su primera visita al Rangers Ballpark de Arlington como parte de los Angelinos de Los Angeles.
"No estoy dispuesto a probar que nadie está equivocado", dijo Hamilton. "Sólo vengo a jugar el partido como siempre lo he hecho, duro y con todo lo que tengo".
"Si me abucheaban a veces cuando estaba aquí, qué puedo esperar ahora...", agregó. "Así que no espero nada menos, en especial jugando para los Angelinos".
Los Vigilantes derrotaron 3-2 a los Angelinos en el primero de la serie entre ambos rivales de la División Oeste de la Liga Americana.
Hamilton se ponchó en sus primeros dos turnos al bate, pero desde que salió a calentar en el jardín derecho y en la práctica de bateo recibió muestras bastante agresivas contra él.
El jardinero ha sufrido seis ponches consecutivos en el Vigilantes Ballpark, si se añaden los cuatro que sufrió en la eliminación del partido de vida o muerte entre comodines en la postemporada anterior.
"Sólo quiero que recuerden que mi familia estará en el estadio", mencionó Hamilton antes del partido. "Espero que abucheen, si es que eso quieren hacer, pero que respeten a mi familia; todos los conocen aquí".
El ex jardinero central de los Vigilantes llegó en el 2008 en un canje con los Rojos de Cincinnati.
De inmediato se convirtió en un ídolo en el área de Dallas-Fort Worth, gracias a sus más de 100 carreras producidas cada año y su feroz defensiva.
A escala nacional, pasó a ser uno de los peloteros más admirados, después de que rompió la marca de jonrones en un Derby del Juego de Estrellas para una ronda en el Yankee Stadium.
Sin embargo, la temporada pasada comenzó a derrumbarse entre sus seguidores por un mal cierre; en el último mes de la campaña bateó para .250, faltó a varios partidos por supuestos problemas de visión provocados por deshidratación y cometió pifias a la defensiva.
"Es un hecho que Josh quiere jugar bien aquí porque ese tipo de abucheos motivan a un competidor como él", consideró el jardinero de los Angels, Mike Trout. "Creo que Josh está tratando de hacer demasiado".
Los Vigilantes perdieron el liderato divisional que habían sostenido desde la primera semana de temporada y fueron eliminados en el partido de comodines. Muchos en Texas culparon a Hamilton de la debacle.
"Yo recuerdo qué tan grande fue con nosotros como persona y como compañeros", dijo el jardinero de los Vigilantes Nelson Cruz. "Me ayudó cuando lo necesité, en especial el primer año que llegué aquí".
"No pudo culparlo por irse", agregó. "Esto es un negocio".
Hamilton, quien tiene un hit en 16 turnos esta temporada con una carrera producida, dijo antes del encuentro que aún vive y planea seguir en el área Dallas-Fort Worth, donde además de jugar para los Rangers se convirtió en pastor religioso.
"Me siento feliz de volver a casa", comentó Hamilton en una conferencia de prensa con más de 50 periodistas. "Anoche por fin dormí en mi casa después de mucho tiempo. Me sient contentó, aquí viví la mejor etapa de mi carrera profesional".
Hamilton reconoció sentir nostalgia desde que puso su primer pie en el estadio, donde se encontró con amigos y conocidos, entre ellos el manager Ron Washington y el presidente Jon Daniels.
"Me saludé con ellos con un abrazo", afirmó. "Son dos personas que apreció y a las que siempre agradeceré la oportunidad que me dieron".
Los Vigilantes y los Angelinos disputarán su segundo partido de la serie este sábado a partir de las 3:05 hora local, 4:05 tiempo del Este.
El zurdo Matt Harrison (0-1, 7.94) será el abridor de los Vigilantes, que enfrentarán a Tommy Hanson (0-0), de los Angelinos.
"Este sigue siendo mi hogar", comentó. "Y seguirá siéndolo. Aquí vivo y planeo seguir viviendo aquí".
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