HOUSTON -- El base español Ricky Rubio y su equipo de los Minnesota Timberwolves no pudieron cambiar el resultado final del partido del miércoles que perdieron por 117-120 ante Los Angeles Lakers, pero al menos recibieron la compensación moral por parte de la NBA al admitir que los árbitros se equivocaron y les perjudicaron.
Específicamente en la falta personal que el escolta Kobe Bryant le cometió a Rubio en el último tiro a canasta del partido, un intento de triple, y que los árbitros no la pitaron.
La NBA mandó una notificación a los Timberwolves en la que les comunicaba que habían visto el vídeo de la jugada y las imágenes muestran "claramente" como Bryant le comete falta personal a Rubio, algo que el jugador siempre reclamó y también el entrenador del equipo Rick Adelman nada más concluir el partido.
El jugador español lo hizo también ante los árbitros cuando vio que no habían pitado nada y daban por finalizado el encuentro, que se disputó en el Target Center de Minneapolis.
"Mientras Rubio estaba en movimiento para hacer el tiro al aro, Bryant le hizo falta y tendría que haber sido castigada con tres lanzamientos desde la línea de personal", señala el comunicado de la NBA.
Mientras que Bryant calificó las preguntas de los periodistas y la demanda de Rubio sobre la falta como "basura" y negó rotundamente que le hubiese hecho falta.
"Le puse la mano, no lo golpee por detrás, por no tanto bajo ningún concepto fue personal", declaró Bryant al concluir el partido contra los Timberwolves. "Además, si la hubiesen pitado y hubiéramos ido a la prórroga, también habríamos ganado, seguro, tan simple como eso", subrayó Bryant.
Tras conocer el comunicado de la NBA, tanto Rubio como Adelman, insistieron que para nada cambia la percepción que tienen que a su equipo los árbitros no lo tratan como al resto donde están las estrellas.
Los Lakers luchan por estar en la fase final y el triunfo que consiguieron ante los Timberwolves era vital, aunque para el equipo de Minnesota también tenía un gran valor ya que buscaban cortar la racha perdedora ante la franquicia angelina que al final se amplió a 22 derrotas consecutivas.
"Tenemos que ganarnos el respeto", declaró Rubio. "Pero no entiendo cómo van las cosas a veces. Sólo queremos jugar al básquetbol, jugar duro, dar el máximo y hacer todas las cosas, pero a veces no es justo lo que sucede con algo que no controlamos, por lo que debemos mejorar para no depender de esos elementos".
Adelman reiteró que su equipo no tuvo una noche fácil con los árbitros durante el partido frente a los Lakers, pero que estaban ya acostumbrados a ese tipo de situaciones en lo que va de temporada por lo que debían aprender y seguir luchando hasta el final.
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