SAN JUAN -- No hay entrenamiento u alguna poción mágica que garantice
longevidad en el deporte, mucho menos en el de los guantes.
Pero sí existe la remota posibilidad de que si se pone en práctica la
maña, más allá de la fuerza, se pueda llegar a vencer a las fuerzas de
la naturaleza. Bernard Hopkins lo ha demostrado y está empeñado en
seguir confirmándolo.
A sus 48 años, una edad en la que ya muchos hombres comienzan a
experimentar los cambios que produce la andropausia -- la versión
masculina de la menopausia femenina -- Hopkins se mantiene tan vivo como
en antaño.
Sus movimientos ya no son en definitiva como los de un muchacho de
veinte, pero ha dejado en evidencia un envidiable físico, poco común en
un individuo de su edad, pero que-- en crédito hacia él -- ha sido
producto de un duro trabajo.
Su arma más importante: la maña, todavía está tan fresca como cuando era un problemático adolescente.
Desde hace un tiempo, ya ni vale la pena entrar en comparativas de edad.
Pues los rivales del llamado 'Verdugo' han sido al menos entre 15 y 18
años menores que él.
Hopkins (52-6-2 y 32 KO's) es un fenómeno que busca seguir alimentando
su resumé que incluye ser el campeón mundial de más edad en la
historia, y el sábado estará de vuelta para valientemente retar al
campeón semicompleto de la Federación Internacional de Boxeo (FIB),
Tavoris Cloud, de 31 años.
Cloud (24-0 y 19 KO's), que comenzó su carrera en el 2004 -- tiempo para
el que ya Hopkins sumaba 47 peleas profesionales y se encontraba en la
cumbre de su carrera flanqueado por dos grandes victorias; la primera
ante Félix 'Tito' Trinidad (2001) y luego ante Oscar de la Hoya (2004)-
tendrá en sus manos una difícil misión: cerrarle el telón a Hopkins y
mantener su invicto.
Para Cloud podría parecer un trabajo no muy difícil, pero eso mismo
pensó Kelly Pavlik en el 2008 y la noche no le sonrió al final.
Algunos entrenadores han optado por catalogar a Hopkins como un fenómeno
en el boxeo, y cuya increíble longevidad tiene como base una vida sana,
algo difícil de pensar cuando recordamos a aquel Bernard callejero, de
adolescencia disfuncional, que cumplió cinco años de cárcel por nueve
cargos criminales y que luego encontró en el boxeo su verdadera pasión y
la forma perfecta para descargar su ira.
"Creo que Hopkins es un ejemplo de cómo vivir la vida sanamente", comentó el reputado entrenador Robert García.
"Hopkins se ha alimentado bien, ha mantenido su cuerpo en condición y
puedo asegurar que no le ha hecho daño a su cuerpo, como acostumbran a
hacer otros boxeadores hoy día", opinó.
García, de 38 años, es un ex campeón súperpluma, que hoy es incluído
entre los mejores preparadores en la actualidad.
Entre sus peleadores más sobresalientes están Brandon Ríos, Nonito
Donaire y su hermano, el campeón pluma Miguel Angel 'Mikey' García.
Bryan Crowe/fightwireimages.com Bernard Hopkinsha sido ell campeón de más edad en la historia del boxeo
A la puerta de su gimnasio en Oxnard, todavía no ha llegado un individuo
como Hopkins. El día que eso suceda, García solamente hará una sola
cosa: "admirarlo".
"La verdad, ¿qué le voy a enseñar? Yo esperaría aprender de él. No es
un boxeador común. Tampoco es ya el tipo de boxeador que depende de
correr unas nueve o diez millas para estar en condición. A sus 48 años
ya él sabe lo que tiene que hacer. Le acompaña una gran sabiduría en el
ring".
García coincidió en que las mañas de Hopkins han sido su mejor aliado a través de su trayectoria de 25 años en el boxeo.
"Pelee con quien pelee, es un boxeador que se ocupa de meter la cabeza,
utilizar su maña, su malicia, en cosas que quizás no son legales, pero
que se las arregla de una forma tan increíble que hasta logra burlar al
referí", añadió.
En mayo de 2011, Hopkins se convirtió en el boxeador de mayor edad en
conquistar un título del mundo al vencer por decisión unánime a Jean
Pascal en un combate en donde estuvo envuelto el campeonato semipesado
del Consejo Mundial de Boxeo.
A sus 46 años demostró que todavía le quedaba artillería en su cuerpo y
balas en sus manos. En octubre de ese año, su defensa ante Chad Dawson
terminó sin decisión debido a una lesión en su hombro.
Más tarde, en una revancha en abril de 2012, Dawson, lo desbancó por decisión mayoritaria.
Pero para Hopkins eso fue solamente un traspiés y no vislumbró el retiro.
"Hopkins es un fenómeno", comentó el también veterano entrenador Roberto Alcázar.
En su trayectoria, Alcázar -- el mismo que ayudó a Oscar De La Hoya a
conquistar la medalla de oro en los Juegos de Barcelona 92' y que luego
lo guío a conseguir cuatro títulos en diferentes divisiones --- nunca se
había topado con un atleta como Hopkins.
"Me parece admirable ver un peleador como él que logre conseguir ese
físico a su edad. Es un peleador que sabe que cada vez que sube al ring
está sentenciado, pero aun así se prepara de una forma que pocos podemos
explicar", dijo.
Hopkins venció a De La Hoya en el 2004 por nocaut técnico en el noveno
asalto con un potente gancho al hígado que hizo que el ídolo
méxico-californiano se colocara de rodillas en la lona.
En aquel momento, Alcázar ya no estaba en la esquina del 'Golden Boy'. Hopkins tenía 38 años.
"Este es un señor que cuida su físico y así detiene el tiempo", mencionó.
"No es el típico boxeador que puedes llevar a entrenar a la altura como
si fuera un joven. Si haces lo contrario tendrás el resultado que obtuvo
Julio Cesar Chávez cuando con 98 peleas enfrentó por primera vez a De
la Hoya (1996). Llegó sin aire y perdió en el cuarto asalto".
Sabemos que Hopkins irá a su cita con Cloud con una gran preparación
sobre sus hombros, aunque no la típica que llevaría un boxeador más
joven. En esencia todo se traduce en refrescar aquellas cosas que le han
dado resultado a través del tiempo.
Pero resumirá todo en una simple acción: aplicar su maña, por encima de
cualquier fuerza.
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