Mencionar el nombre de Diegomar Markwell en Quisqueya es casi como mentar al diablo, pues fue el hombre que los dominó sorpresivamente en el 2009 y el lunes volverá a subirse a la lomita del AT&T Park de San Francisco en el segundo partido de las semifinales.
Sin embargo, para los peloteros dominicanos, que llegan de manera invicta a la semifinal, no hay un sentimiento de revancha.
República Dominicana se convierte en el segundo equipo que llega invicto a las semifinales de estos certámenes.
En la primera edición, en el 2006, la selección de Corea barrió a sus rivales en las dos primeras rondas, incluidas dos victorias frente a Japón.
Pero los coreanos perdieron su único juego del torneo precisamente frente a los nipones, lo que les costó el boleto a la final y terminaron en tercer lugar, con balance casi perfecto de 6-1.
Los dominicanos esperan que no se repita la historia con ellos y buscan convertirse en el primer equipo en dominar de punta a cabo el torneo.
Peña anunció que mantendrá la rotación y enviará al derecho Edinson Vólquez a enfrentar a los holandeses, que recibieron el refuerzo del súper prospecto Jurickson Profar, de los Vigilantes de Texas para esta ronda crucial.
Vólquez ha sido el único hombre que no ha mostrado su mejor forma en el staff de pitcheo de Quisqueya. En su apertura anterior fue sacudido por Italia, al permitir cuatro carreras en el mismo primer inning, en que regaló tres pasaportes y permitió un cuadrangular.
En total, Vólquez ha trabajado cinco entradas y un tercio, para una efectividad de 8.31.
La clave en las aspiraciones dominicanas es que Vólquez logre sacudirse de esta pobre actuación hasta el momento y aguante lo suficiente para darle paso a un bullpen que ha sido sencillamente imbateable.
Por su parte, Markwell ha permitido una sola carrera en dos aperturas, en las que ha recorrido en total diez innings.
Dejó en blanco por cuatro episodios a la potente Corea y luego amarró a los no menos poderosos bateadores cubanos durante seis episodios, con una limpia.
A los holandeses podría beneficiarles el prolongado descanso que han tenido, sobre todo para la recuperación de jugadores fundamentales que salieron lesionados del partido decisivo ante Cuba, como Bladimir Balentien y Roger Bernadina.
El que gane entre dominicanos y holandeses enfrentará por la corona al vencedor entre boricuas y japoneses.
Los nipones han ido de menos a más a lo largo del torneo, principalmente gracias al despertar de sus bateadores.
Los japoneses dependerán del derecho Kento Maeda, que en 11 entradas ha permitido apenas dos imparables sin carreras frente a China y Holanda.
El también diestro Mario Santiago, que cayó en su anterior salida frente a Estados Unidos, irá al que puede ser el juego de su vida, en el que necesitará mucho corazón para compensar su inexperiencia para tratar de tumbarle la corona al rey.
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