Aunque ninguno de esos mensajes menciona a Rodríguez regresando a los Yankees, con quienes ha estado en problemas desde la postemporada de octubre pasado, él sigue bajo contrato con el equipo hasta el 2017, y se le deben $114 millones más unos posibles $30 millones adicionales en bonos por rendimiento en caso de que llegue a varias marcas históricas de cuadrangulares.
Desde la publicación esta semana de la presencia del nombre de Rodríguez en los records de Anthony Bosch, un "nutricionista'' cuya clínica anti envejecimiento en Miami está bajo sospecha de haberle suplido dosis de HGH y otras sustancias para mejorar el rendimiento a atletas profesionales, han llovido las especulaciones en el sentido de que Rodríguez quizás no vuelva a jugar otro partido para los Yankees.
Un reporte llegó a sugerir que Rodríguez podría incluso retirarse del béisbol, dejando atrás el dinero restante en su contrato. Pero lo que surge ahora desde Miami, donde Rodríguez ha estado trabajando en su rehabilitación desde que fuese sometido a una cirugía de cadera a principios de mes, es totalmente diferente.
Ambas fuentes pintan un cuadro de un jugador que, a pesar de ser acribillado por lo que se cree que es una campaña de los Yankees para deshacerse de su oneroso contrato, está trabajando duro para volver a juego luego del receso del Juego de Estrellas.
Cuando se le informó de los comentarios de Rodríguez, el gerente de los Yankees Brian Cashman, quien ha evitado hacer comentarios públicos sobre el incidente más reciente de Rodríguez, solo respondió con una palabra: "Bien.''
A principios de semana, ESPNewYork.com reportó a través de fuentes que los Yankees estaban explorando varias opciones para anular el contrato de Rodríguez, el que se renovó por 10 temporadas luego su campaña del 2007, cuando consiguió el premio de JMV de la Liga Americana.
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