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domingo, 23 de diciembre de 2012
Finales dramáticos en la Pelota Dominicana
6:18 a. m. by LUIS FELIPE ACEVEDO NÙÑEZ
Desde que se están desarrollando torneos con
seis equipos nunca había ocurrido que se llegara a la fecha final sin
que por lo menos un equipo estuviese descartado. En certámenes de cinco o
cuatro conjuntos eso fue frecuente pues las reglas que los regían
estaban diseñadas para darle más importancia al descarte que a la
clasificación. En estos últimos se jugaban 120 ó 150 juegos para
descalificar a uno, en los de seis equipos se juegan 150 partidos para
anular a dos.
Entre los efectuados con los cuatro equipos
originales, de 1955-56 a 1982-83, en cuatro ocasiones la diferencia
entre el tercero y el cuarto lugar fue de un solo juego, lo que
obviamente indica que se llegó al final sin que hubiese un equipo
descartado. Con cinco equipos se han desarrollado ocho torneos y en dos
hasta el final no se conoció el equipo eliminado.
En la primera
etapa ocurrieron dos casos dignos de mención. En 1967-68 al llegar la
fecha final los Tigres del Licey ocupaban la tercera posición con récord
de 25-35 y medio juego de ventaja sobre las Águilas que tenían tres
partidos pendientes de jugar, pero ninguno contra los Azules. Dos de
ellos eran con las Estrellas y uno con los Leones. Los cibaeños ganaron
en esos tres compromisos incluyendo el último de manera dramática frente
a los verdes en once entradas con anotación de seis a cinco. El Licey
fue descartado sin jugar.
El otro caso curioso ocurrió en 1980-81
y aunque en esa ocasión Águilas aventajaron a Estrellas con dos juegos
entre el tercer y cuarto lugar, cuando llegó la última fecha los
cibaeños tenían una ventaja de un juego sobre los orientales y se
enfrentaban a ellos ese día final. Ambos conjuntos habían estado
desarrollando un juego muy pobre en esa etapa final. El desafío llegó al
sexto episodio empatado a una carrera, en la primera parte del mismo
las Águilas tenían corredores en la intermedia y la antesala con dos
outs cuando el pitcher Don Little hizo un lanzamiento salvaje que el
receptor José Salado no pudo retener, la bola se alejó tanto que
permitió que los dos corredores, Ken Landreaux y Tony Peña anotaran. El
juego terminó así, tres a una y las Águilas clasificaron con el trabajo
monticular de Jerry Augustine que lanzó las nueve entradas. De esa
manera comenzó un renacer de las Águilas ese año, el primero en el que
Winston Llenas los dirigía, había sustituido a Osvaldo Virgil en
diciembre, el cual fue histórico provocando una Serie Final que
perdieron frente al Escogido cuando ese mismo Augustine cedió un
pasaporte a Harry Spillman con las bases llenas en el decimotercer
episodio del último juego.
Etiquetas:
Béisbol
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