.
lunes, 29 de octubre de 2012
Otro amargo final para Detroit
7:37 p. m. by LUIS FELIPE ACEVEDO NÙÑEZ
DETROIT, Michigan -- Magglio Ordóñez le daba ánimo a Miguel Cabrera. Prince Fielder estaba sentado en su silla en completa soledad. Octavio Dotel no daba crédito a una realidad: "no pudimos ganar ni siquiera un jueguito".
Cuando
se pierde en una Serie Mundial, y aún más por barrida, el ambiente
dentro del camerino del equipo derrotado se asemeja al de un funeral, y
en el caso de los Tigres de Detroit la amargura caló muy honda.
"Cómo quisiera tener una última oportunidad, una más", se lamentó el as de los Tigres Justin Verlander.
"Es una sensación que llevarás durante todo el invierno y (al menos) te
estimula a intentarlo otra vez. En mi caso es la segunda vez que pierdo
y duele más. No quiero pasar por esto una tercera vez".
El
fin de la temporada de los Tigres no pudo ser más emblemático cuando
Cabrera, el hombre de la Triple Corona, dejó pasar el tercer strike para
el último out de una inesperada barrida en cuatro juegos ante los
Gigantes de San Francisco.
Detroit era el gran favorito
para obtener su primer campeonato desde 1984. Después de todo, venía de
arrasar a los Yanquis de Nueva York en la serie de campeonato de la Liga
Americana. Con Cabrera, Verlander y Prince Fielder, los Tigres
eclipsaban por mucho a los Gigantes en cuanto al brillo de sus
luminarias.
"No pudimos encontrar el juego de nosotros",
dijo Cabrera. "No sabíamos hacer los buenos rallies y hacer las
carreras. Se nos fue la confianza completamente. Ahí estuvo la
diferencia de la serie".
Previo al tercer juego el sábado,
Cabrera recibió un trofeo que Grandes Ligas improvisó este año para
rendirle honor por su hazaña de convertirse en el primer bateador en
conseguir la Triple Corona desde 1967, al liderar su circuito en
promedio, jonrones y remolcadas.
Instantes después, sin
embargo, un turno del tercera base venezolano esencialmente enterró las
aspiraciones de los Tigres al ser retirado con un elevado al campocorto
con las bases llenas y dos outs en el quinto episodio. Detroit sufriría
su segunda blanqueada seguida.
Cabrera sacudió un jonrón
de dos carreras en el cuarto juego el domingo y le dio a los Tigres su
primera ventaja de toda la serie, pero los Gigantes reaccionaron para
imponerse 4-3 en 10 entradas.
Fue una serie decepcionante
en todos los sentidos para los Tigres. Verlander, el vigente Cy Young y
Jugador Más Valioso, fue bombardeado con cinco carreras en el primer
juego y no pudo tener otra oportunidad. Cabrera bateó de 13-3. A Fielder
le fue peor, con 14-1. El intermedista Omar Infante acabó con la mano izquierda fracturada tras recibir un pelotazo del relevista Santiago Casilla.
Este
revés fue peor al del 2006, cuando perdieron en cinco juegos ante San
Luis en la Serie Mundial. Curiosamente, en ese año como en este, los
Tigres alcanzaron la Serie Mundial tras barridas que les dieron
demasiados días de descanso. Fueron seis en la anterior y ahora tuvieron
cinco.
En la antesala al duelo con San Francisco,
oponente que solo tuvo un día de respiro tras irse al máximo de siete
partidos para remontar un déficit 3-1 contra San Luis, los jugadores y
dirigentes de Detroit insistieron que habían hecho todo lo posible a fin
de mantenerse afilados.
Cabrera reconoció al final que el paro fue nocivo.
"Ellos
venía bastante calientes, siempre venían de atrás. Nos afectaron mucho
esos cinco días, no queríamos admitirlo porque queríamos ser positivos",
dijo Cabrera. "Ellos tomaron ventaja de eso. Fueron agresivos con
nosotros".
Ahora, los Tigres sólo pueden pensar en el
próximo año. Cabrera se expresó convencido de estarán en condiciones de
volver a la carga el próximo año.
En teoría, deben ser
candidatos para repetir como campeones de la división Central, si bien
este año les costó mucho dejar atrás a los Medias Blancas de Chicago.
Cabrera
y Fielder siguen como piedras angulares del orden ofensivo, y
recuperarán a Víctor Martínez tras sufrir una lesión que le costó todo
el 2012. Verlander, Doug Fister y Max Scherzer son fijos en la rotación de abridores.
Las
incógnitas se concentran en la suerte de un cuarteto de agentes libres
conformado por el cerrador José Valverde, el abridor Aníbal Sánchez, el
torpedero Jhonny Peralta y el jardinero/designado Delmon Young.
Pero
quizás su manager Jim Leyland, de 67 años de edad y tras completar la
última temporada de su contrato, podría cerrar definitivamente su ciclo
de siete campañas en Detroit.
Cabrera señaló que los
fanáticos no se deben poner muy tristes: "Vamos a estar aquí por buen
rato, seguirán viniendo temporadas buenas. El año que viene, Víctor va a
estar de vuelta. De todo lo negativo hay que salir positivo. El año
pasado nos quedamos a dos juegos de alcanzar la Serie Mundial y ahora
nos quedamos a cuatro de ganarla. Si trabajamos fuertes, nos enfocamos y
agarramos de esta experiencia para el año que viene, vamos a lograrlo".
Etiquetas:
Grandes Ligas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario