"Completamente recuperado, parte del equipo, apto para todo", dijo Green el viernes después de unirse a sus compañeros Dionte Christmas y Kris Joseph para llevar a cabo una clínica de básquetbol en la Holland Elementary School de Dorchester, durante una jornada de servicio comunitario junto a otros miembros de la organización de los Celtics, la Harvard Pilgrim HealthCare Foundation, y los voluntarios de City Year.
Green sabe que será bombardeado con preguntas acerca de su salud, pero considerando que no ha jugado un partido de la NBA en casi 16 meses, está claro que su atención está enfocada en lo que se viene. Es por eso que, cuando le preguntaron cuál es el principal obstáculo que deberá sortear en vías de su regreso a la cancha, sonrió y afirmó: "Nada".
Para estar seguro, debe quitarse mucho óxido de encima.
"Entrar en una rutina, entrar en ritmo -- pero eso ya vendrá", dijo Green. "Aún faltan dos meses para el inicio de la temporada regular. Eso ya va a llegar. Realmente he sido capaz de hacer todo -- contacto, mis movimientos, mi tiro está ahí, mi elevación está ahí. Todo viene bien".
Green firmó un contrato por cuatro años y $36 millones con los Celtics el mes pasado a pesar de haber estado fuera la totalidad de la temporada pasada luego de que un examen de pretemporada detectara el aneurisma. Se sometió a una cirugía en la renombrada Cleveland Clinic y por momentos se rehabilitó junto al equipo con el objetivo de volver a Boston esta temporada.
Originalmente adquirido de Oklahoma City sobre la fecha límite de intercambios en febrero del 2011, Green no cree haber arrancado con el pie derecho durante su breve ejercicio con los Celtics. El año libre le ha dado bastante tiempo al jugador de 26 años para evaluar su juego, y espera tener un mayor impacto en el equipo del 2012-13.
"Probablemente ser más firme, más agresivo en ciertas situaciones", dijo Green sobre los cambios que le gustaría implementar en su enfoque. "Eso es todo. Mi juego prácticamente habla por sí mismo -- un tipo que puede jugar varias posiciones... atacar en diferentes situaciones. Mi juego es lo que es. Sólo tengo que mejorar algunas cosas. Simplemente mostrarlo en la cancha".
Esto incluye un enfoque renovado en los rebotes, uno de sus puntos más débiles.
"(El rebote se trata de) ser agresivo hacia el balón", dijo Green. "Es algo difícil, pero sólo hay que salir ahí y querer hacerlo".
Green minimizó los rumores sobre más tiempo de juego en la posición de alero, y dijo: "Puedo jugar de 1, 2, 3, 4, o 5 -- donde sea que (el entrenador) Doc (Rivers) me ponga, ahí es donde estaré". También se refirió a la posibilidad de correr con Rajon Rondo en transición.
Green ha participado en entrenamientos informales con sus compañeros, y el campo de entrenamiento abrirá a finales de este mes. Pero no es sólo estar de vuelta en la cancha lo que le entusiasma; devolver a la comunidad también es importante.
"Me divertí mucho (con la clínica de básquetbol). Me sentí bien de volver aquí a la comunidad", explicó. "No pude hacerlo en el último año más o menos. Ahora estoy de vuelta con el equipo, con la posibilidad de hacer esto, y fue genial venir aquí con los niños y poner sonrisas en sus rostros. Gritando y gritando, pero de una manera productiva y en el buen sentido".
Uno de los mensajes que Green les martilló a los estudiantes fue que aprovechen su educación, algo que él aprecia aún más luego de haber terminado sus estudios en Georgetown mientras se rehabilitaba.
"La educación para mí fue importante. Me permite tener diferentes vías, en términos de empleo, porque el básquetbol no es para siempre", dijo Green. "Un mensaje que quería hacerles llegar es que se tomen en serio la educación, porque te permitirá hacer muchas cosas diferentes en este mundo. Con lo que está pasando en Chicago (huelgas de maestros), esperemos que todo se solucione y los niños puedan volver a la escuela, porque creo que la educación es muy importante para los niños. Ellos son la próxima generación... su educación los inicia, les da una buena rutina. Aprender, aprender, aprender, y el cielo es el límite para los niños pequeños".
Green sabe que será bombardeado con preguntas acerca de su salud, pero considerando que no ha jugado un partido de la NBA en casi 16 meses, está claro que su atención está enfocada en lo que se viene. Es por eso que, cuando le preguntaron cuál es el principal obstáculo que deberá sortear en vías de su regreso a la cancha, sonrió y afirmó: "Nada".
Para estar seguro, debe quitarse mucho óxido de encima.
"Entrar en una rutina, entrar en ritmo -- pero eso ya vendrá", dijo Green. "Aún faltan dos meses para el inicio de la temporada regular. Eso ya va a llegar. Realmente he sido capaz de hacer todo -- contacto, mis movimientos, mi tiro está ahí, mi elevación está ahí. Todo viene bien".
Green firmó un contrato por cuatro años y $36 millones con los Celtics el mes pasado a pesar de haber estado fuera la totalidad de la temporada pasada luego de que un examen de pretemporada detectara el aneurisma. Se sometió a una cirugía en la renombrada Cleveland Clinic y por momentos se rehabilitó junto al equipo con el objetivo de volver a Boston esta temporada.
Originalmente adquirido de Oklahoma City sobre la fecha límite de intercambios en febrero del 2011, Green no cree haber arrancado con el pie derecho durante su breve ejercicio con los Celtics. El año libre le ha dado bastante tiempo al jugador de 26 años para evaluar su juego, y espera tener un mayor impacto en el equipo del 2012-13.
"Probablemente ser más firme, más agresivo en ciertas situaciones", dijo Green sobre los cambios que le gustaría implementar en su enfoque. "Eso es todo. Mi juego prácticamente habla por sí mismo -- un tipo que puede jugar varias posiciones... atacar en diferentes situaciones. Mi juego es lo que es. Sólo tengo que mejorar algunas cosas. Simplemente mostrarlo en la cancha".
Esto incluye un enfoque renovado en los rebotes, uno de sus puntos más débiles.
"(El rebote se trata de) ser agresivo hacia el balón", dijo Green. "Es algo difícil, pero sólo hay que salir ahí y querer hacerlo".
Green minimizó los rumores sobre más tiempo de juego en la posición de alero, y dijo: "Puedo jugar de 1, 2, 3, 4, o 5 -- donde sea que (el entrenador) Doc (Rivers) me ponga, ahí es donde estaré". También se refirió a la posibilidad de correr con Rajon Rondo en transición.
Green ha participado en entrenamientos informales con sus compañeros, y el campo de entrenamiento abrirá a finales de este mes. Pero no es sólo estar de vuelta en la cancha lo que le entusiasma; devolver a la comunidad también es importante.
"Me divertí mucho (con la clínica de básquetbol). Me sentí bien de volver aquí a la comunidad", explicó. "No pude hacerlo en el último año más o menos. Ahora estoy de vuelta con el equipo, con la posibilidad de hacer esto, y fue genial venir aquí con los niños y poner sonrisas en sus rostros. Gritando y gritando, pero de una manera productiva y en el buen sentido".
Uno de los mensajes que Green les martilló a los estudiantes fue que aprovechen su educación, algo que él aprecia aún más luego de haber terminado sus estudios en Georgetown mientras se rehabilitaba.
"La educación para mí fue importante. Me permite tener diferentes vías, en términos de empleo, porque el básquetbol no es para siempre", dijo Green. "Un mensaje que quería hacerles llegar es que se tomen en serio la educación, porque te permitirá hacer muchas cosas diferentes en este mundo. Con lo que está pasando en Chicago (huelgas de maestros), esperemos que todo se solucione y los niños puedan volver a la escuela, porque creo que la educación es muy importante para los niños. Ellos son la próxima generación... su educación los inicia, les da una buena rutina. Aprender, aprender, aprender, y el cielo es el límite para los niños pequeños".
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