Luis Cruz conectó un cuadrangular de tres esquinas en la parte baja de la sexta para que los angelinos se adelantaran en el marcador por primera vez en el juego. El bulpén hizo el resto y los dirigidos por Don Mattingly se pusieron a solo un partido de su rival de esta noche en la carrera por el segundo comodín de la Liga Nacional.
La victoria fue para el relevista Shawn Tolleson (2-1), quien lanzó 1.1 entradas y dio un pasaporte. El abridor Chris Capuano se fue sin decisión tras batallar 4.1 cuadros, dando cuatro carreras (solo dos limpias) en seis hits con un par de ponches.
La derrota se la adjudicó el también relevista Trevor Rosenthal (0-2), quien sustituyó a Joe Kelly. El titular visitante duró 5.0 episodios, permitiendo tres rayitas en cuatro inatrapables.
COMO SUCEDIÓ
Los Cardenales asaltaron a Capuano al comenzar el segundo capítulo, y rápidamente le encestaron los primeros dos golpes. Con jonrones casi consecutivos de Yadier Molina y Matt Carpenter, ambos sin gente en base, pusieron el 2-0 inicial.
Los locales reaccionaron en la parte baja y Adrián González llegó a la tierra prometida luego de un batazo de sacrificio de su compatriota Luis Cruz.
Los visitantes no se amedrentaron y como para no perder la costumbre Matt Holiday consiguió el tercer bambinazo de la noche, llevándose puesto a Carlos Beltrán y estirando la ventaja a 4-1.
Unos combativos Dodgers no se rindieron y Andre Ethier les dio un poco de su propia medicina, conectándoles a los de Misuri un vuelacercas con dos outs, impulsando a Shane Victorino al plato para volver a acercarse a una rayita tras tres episodios.
Mattingly confesó que le dio luz verde al jardinero para tirarle con todas sus fuerzas a pesar de estar con la cuenta 3-0.
"Es un jugador peligroso", explicó. "Es muy agresivo y deja volar el bate en esas circunstancias".
Justo cuando los ceros se apoderaban de la pizarra, Cruz volvió a poner a todos de pie. El tercera base le dio de lleno a su primer picheo en la baja de la sexta y la mandó muy lejos, permitiendo que Ethier y Hanley Ramírez facturen y adelantando a los angelinos por primera vez en la noche con un marcador de 6-4.
El sonorense se dejó llevar por sus instintos, cambiando de planes en el último segundo.
"Se sintió muy bien", se sinceró sobre su tiro clave. "Me estaba diciendo a mi mismo que me relaje y que tome algún picheo pero vi la bola colgando y le di".
El vendaval no se detuvo, y los pupilos de Mattingly continuaron el bombardeo. El emergente Elián Herrera y Victorino se embasaron y luego de un poco de suspenso tras ponches a Ethier y Kemp, un tablazo de González aportó dos anotaciones que estiraron el liderato (8-4).
Una carrera de Molina en la novena tras rodado del emergente Skip Schumaker le puso números finales al tanteador.
"Es un gran alivio", remató el timonel. "Es como en la serie ante San Francisco, al ganar es un cambio de dos partidos".
El dirigente resumió el juego en la importancia de dos momentos clave.
Más sobre los Dodgers
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"Tuvimos dos grandes hits", ilustró. "El de Andre fue gigante porque Holiday pegó ese jonrón de dos carreras y él nos puso de vuelta en el partido. Y el de Luis fue enorme para poder darnos la ventaja".
EL HÉROE DE LA PELÍCULA
"Luis ha sido consistente todo el año", aseguró Mattingly. "En tercera las atrapa y fildea, en el campo corto lo mismo y golpea la bola duro. Ha sido una sorpresa placentera".
El ex jugador de los Piratas de Pittsburgh y los Cerveceros de Milwaukee, quien terminó la noche de 4-1 pero con un póker de carreras impulsada, contó cómo vivió su momento de gloria. Cruz "No sabía qué hacer", indicó. "Todos me estaban abrazando en el dugout. Lo he visto muchas veces en televisión y se siente bien que haya sido para mí".
Sobre el ya tradicional cántico previo a sus turnos al bate, en el que la fanaticada corea su nombre haciendo un énfasis prolongado en la "u", el pelotero de 28 años compartió sus sensaciones.
"Al principio pensaba ¿qué estoy haciendo mal?", apuntó entre risas pensando que lo abucheaban. "Pero luego me di cuenta de lo que cantaban y me gustó".
La celebración en las gradas fue intensa y la despedida luego del vuelacercas fue por lo grande.
"Una vez en Mexico en pelota invernal", recordó que vivió algo similar. "Pero esta fue mucho mejor".
Cruz, de voz baja, mirada humilde y sonrisa honesta, no pierde oportunidad para compartir su alegría.
"Estoy muy feliz de estar aquí y jugar todos los días", reiteró. "Es un sueño hecho realidad para mí".
Su idilio con la gente también ha sido un motor importante en su desempeño.
"Desde el primer juego me apoyaron y eso me dio confianza", apuntó. "Han estado siempre de mi lado".
Por último, el tercera base opinó que la hinchada se identifica con él por lo que le costó lograr sus metas y por sus orígenes.
"Hay muchos fanáticos mexicanos y muchos mexicanos jugaron aquí antes", señaló. "Me siento bien aquí y ojalá pueda seguir por mucho tiempo".
La victoria fue para el relevista Shawn Tolleson (2-1), quien lanzó 1.1 entradas y dio un pasaporte. El abridor Chris Capuano se fue sin decisión tras batallar 4.1 cuadros, dando cuatro carreras (solo dos limpias) en seis hits con un par de ponches.
La derrota se la adjudicó el también relevista Trevor Rosenthal (0-2), quien sustituyó a Joe Kelly. El titular visitante duró 5.0 episodios, permitiendo tres rayitas en cuatro inatrapables.
COMO SUCEDIÓ
Los Cardenales asaltaron a Capuano al comenzar el segundo capítulo, y rápidamente le encestaron los primeros dos golpes. Con jonrones casi consecutivos de Yadier Molina y Matt Carpenter, ambos sin gente en base, pusieron el 2-0 inicial.
Los locales reaccionaron en la parte baja y Adrián González llegó a la tierra prometida luego de un batazo de sacrificio de su compatriota Luis Cruz.
Los visitantes no se amedrentaron y como para no perder la costumbre Matt Holiday consiguió el tercer bambinazo de la noche, llevándose puesto a Carlos Beltrán y estirando la ventaja a 4-1.
Unos combativos Dodgers no se rindieron y Andre Ethier les dio un poco de su propia medicina, conectándoles a los de Misuri un vuelacercas con dos outs, impulsando a Shane Victorino al plato para volver a acercarse a una rayita tras tres episodios.
Mattingly confesó que le dio luz verde al jardinero para tirarle con todas sus fuerzas a pesar de estar con la cuenta 3-0.
"Es un jugador peligroso", explicó. "Es muy agresivo y deja volar el bate en esas circunstancias".
Justo cuando los ceros se apoderaban de la pizarra, Cruz volvió a poner a todos de pie. El tercera base le dio de lleno a su primer picheo en la baja de la sexta y la mandó muy lejos, permitiendo que Ethier y Hanley Ramírez facturen y adelantando a los angelinos por primera vez en la noche con un marcador de 6-4.
El sonorense se dejó llevar por sus instintos, cambiando de planes en el último segundo.
"Se sintió muy bien", se sinceró sobre su tiro clave. "Me estaba diciendo a mi mismo que me relaje y que tome algún picheo pero vi la bola colgando y le di".
El vendaval no se detuvo, y los pupilos de Mattingly continuaron el bombardeo. El emergente Elián Herrera y Victorino se embasaron y luego de un poco de suspenso tras ponches a Ethier y Kemp, un tablazo de González aportó dos anotaciones que estiraron el liderato (8-4).
Una carrera de Molina en la novena tras rodado del emergente Skip Schumaker le puso números finales al tanteador.
"Es un gran alivio", remató el timonel. "Es como en la serie ante San Francisco, al ganar es un cambio de dos partidos".
El dirigente resumió el juego en la importancia de dos momentos clave.
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"Tuvimos dos grandes hits", ilustró. "El de Andre fue gigante porque Holiday pegó ese jonrón de dos carreras y él nos puso de vuelta en el partido. Y el de Luis fue enorme para poder darnos la ventaja".
EL HÉROE DE LA PELÍCULA
"Luis ha sido consistente todo el año", aseguró Mattingly. "En tercera las atrapa y fildea, en el campo corto lo mismo y golpea la bola duro. Ha sido una sorpresa placentera".
El ex jugador de los Piratas de Pittsburgh y los Cerveceros de Milwaukee, quien terminó la noche de 4-1 pero con un póker de carreras impulsada, contó cómo vivió su momento de gloria. Cruz "No sabía qué hacer", indicó. "Todos me estaban abrazando en el dugout. Lo he visto muchas veces en televisión y se siente bien que haya sido para mí".
Sobre el ya tradicional cántico previo a sus turnos al bate, en el que la fanaticada corea su nombre haciendo un énfasis prolongado en la "u", el pelotero de 28 años compartió sus sensaciones.
"Al principio pensaba ¿qué estoy haciendo mal?", apuntó entre risas pensando que lo abucheaban. "Pero luego me di cuenta de lo que cantaban y me gustó".
La celebración en las gradas fue intensa y la despedida luego del vuelacercas fue por lo grande.
"Una vez en Mexico en pelota invernal", recordó que vivió algo similar. "Pero esta fue mucho mejor".
Cruz, de voz baja, mirada humilde y sonrisa honesta, no pierde oportunidad para compartir su alegría.
"Estoy muy feliz de estar aquí y jugar todos los días", reiteró. "Es un sueño hecho realidad para mí".
Su idilio con la gente también ha sido un motor importante en su desempeño.
"Desde el primer juego me apoyaron y eso me dio confianza", apuntó. "Han estado siempre de mi lado".
Por último, el tercera base opinó que la hinchada se identifica con él por lo que le costó lograr sus metas y por sus orígenes.
"Hay muchos fanáticos mexicanos y muchos mexicanos jugaron aquí antes", señaló. "Me siento bien aquí y ojalá pueda seguir por mucho tiempo".
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