"No había empezado a dudar de mí mismo, no dudaba, incluso después de caer el año pasado en los cuartos de final de Wimbledon. Fue duro aceptar aquella derrota, pero, por fin, vuelvo a estar en la final", señaló Federer después de imponerse al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, en la cancha central del All England Club.
Roger Federer
APFederer va por su 7º título en La Catedral
El suizo, a punto de cumplir 31 años, opta el domingo a su séptimo Grand Slam sobre césped, los mismos que logró el estadounidense Pete Sampras, y a recuperar el número uno en el ránking de la ATP, récord que también posee Sampras en cantidad de semanas, estando Federer a una de esa marca histórica.
Federer se encontrará del otro lado de la red en la final con el británico Andy Murray, el dueño de los sueños de los británicos.
"Siempre he dicho que, en cualquier país, me encanta jugar con el héroe local, y eso es exactamente lo que Murray es en Wimbledon", señaló Federer sobre un jugador que concentra las esperanzas del público británico para ganar un título que no se queda en el Reino Unido desde 1936, cuando lo ganó Fred Perry.
Federer se impuso otra vez en su carrera a Djokovic, en el primer encuentro que ambos disputaban sobre césped, la superficie que premia a los buenos sacadores y dificulta la reacción al tenista que va por detrás en el marcador.
"La superficie hizo que el partido fuera distinto, para ser sincero. Casi no tuvimos intercambios en los primeros dos sets, algo que me resultó sorprendente. Jugamos un tenis de primeros golpes", describió el suizo.
Federer, que se enfrentó a un tenista de 25 años que vivió en 2011 la explosión de su juego, ya que Djokovic ganó cuatro de sus cinco Grand Slam entre 2011 y 2012, señaló que la hierba hizo de su duelo con el serbio un partido "no tan físico, más explosivo, quizá más impredecible".
El suizo le arrebatará si gana el domingo el número uno del ránking a Djokovic, que se situó en la primera posición de la ATP precisamente el año pasado, en este mismo escenario, desplazando al español Rafael Nadal, al que venció en la final londinense.
Federer, el tenista que más finales de Grand Slam disputó (24, con la del domingo), será el primero en la historia en jugar ocho finales de Wimbledon. El récordman en títulos de 'Majors', con 16, no se conforma y va por más.
Tras el éxito frente a Djokovic, Federer subrayó que su trabajo no ha concluido en el All England Club: "El torneo aún no ha terminado. Hoy no rompí a llorar, ni caí al suelo sobre mis rodillas, ni pensé que ya he logrado todo lo que quería", dijo el suizo.
"Tengo una tarea difícil por delante. Hay mucho en juego para mí: aumentar el récord de todos los tiempos de títulos de Grand Slam y el número uno del mundo", dijo entusiasmado.
Federer, quien en estos momentos tiene asegurado el Nº 2, al superar a Nadal, fue líder durante 285 semanas, una menos que la marca de todos los tiempos que le pertenece a Sampras, con 286 semanas.
Roger Federer
APFederer va por su 7º título en La Catedral
El suizo, a punto de cumplir 31 años, opta el domingo a su séptimo Grand Slam sobre césped, los mismos que logró el estadounidense Pete Sampras, y a recuperar el número uno en el ránking de la ATP, récord que también posee Sampras en cantidad de semanas, estando Federer a una de esa marca histórica.
Federer se encontrará del otro lado de la red en la final con el británico Andy Murray, el dueño de los sueños de los británicos.
"Siempre he dicho que, en cualquier país, me encanta jugar con el héroe local, y eso es exactamente lo que Murray es en Wimbledon", señaló Federer sobre un jugador que concentra las esperanzas del público británico para ganar un título que no se queda en el Reino Unido desde 1936, cuando lo ganó Fred Perry.
Federer se impuso otra vez en su carrera a Djokovic, en el primer encuentro que ambos disputaban sobre césped, la superficie que premia a los buenos sacadores y dificulta la reacción al tenista que va por detrás en el marcador.
"La superficie hizo que el partido fuera distinto, para ser sincero. Casi no tuvimos intercambios en los primeros dos sets, algo que me resultó sorprendente. Jugamos un tenis de primeros golpes", describió el suizo.
Federer, que se enfrentó a un tenista de 25 años que vivió en 2011 la explosión de su juego, ya que Djokovic ganó cuatro de sus cinco Grand Slam entre 2011 y 2012, señaló que la hierba hizo de su duelo con el serbio un partido "no tan físico, más explosivo, quizá más impredecible".
El suizo le arrebatará si gana el domingo el número uno del ránking a Djokovic, que se situó en la primera posición de la ATP precisamente el año pasado, en este mismo escenario, desplazando al español Rafael Nadal, al que venció en la final londinense.
Federer, el tenista que más finales de Grand Slam disputó (24, con la del domingo), será el primero en la historia en jugar ocho finales de Wimbledon. El récordman en títulos de 'Majors', con 16, no se conforma y va por más.
Tras el éxito frente a Djokovic, Federer subrayó que su trabajo no ha concluido en el All England Club: "El torneo aún no ha terminado. Hoy no rompí a llorar, ni caí al suelo sobre mis rodillas, ni pensé que ya he logrado todo lo que quería", dijo el suizo.
"Tengo una tarea difícil por delante. Hay mucho en juego para mí: aumentar el récord de todos los tiempos de títulos de Grand Slam y el número uno del mundo", dijo entusiasmado.
Federer, quien en estos momentos tiene asegurado el Nº 2, al superar a Nadal, fue líder durante 285 semanas, una menos que la marca de todos los tiempos que le pertenece a Sampras, con 286 semanas.
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