Cain lanzó el 22do juego perfecto en la historia de las Grandes Ligas y el primero de los Gigantes, al ponchar a 14 bateadores y recibir ayuda de dos latinoamericanos que realizaron grandes atrapadas, para que San Francisco aplastara 10-0 a los Astros de Houston.
La obra maestra de Cain, en 125 lanzamientos, fue apoyada por un par de grandes jugadas de sus jardineros. El lanzador obligó a que el emergente Jason Castro conectara un rodado a la antesala para el out 27, enloqueciendo a la multitud de 42.298 espectadores.
"Me siento increíble en estos momentos", dijo Cain. "Los muchachos hicieron un gran trabajo para, de alguna manera, hacerlo más relajado, porque anotaron carreras temprano".
En un parque donde Barry Bonds se consagró como el máximo jonronero de la historia, Cain produjo el logro culminante para un pitcher. Fue al 14° partido sin hits en la historia del club _ Mathewson lanzó los números 2 y 3 en 1901 y 1905, y Marichal y Perry tuvieron uno cada uno.
El jardinero izquierdo Melky Cabrera persiguió un elevado de Chris Snyder con un out en el sexto episodio y saltó para atrapar la pelota contra el muro. Cain levantó los dos brazos y dio un puñetazo en su guante, para festejar la jugada del dominicano.
Luego, el venezolano Gregor Blanco, corrió por el jardín derecho para zambullirse y atrapar otra bola en la franja de advertencia. Robó así un imparable a Jordan Schafer para el primer out del séptimo episodio.
Tras ese inning, el lanzador de 27 años abrazó a Blanco en la cueva.
"Fueron atrapadas increíbles", dijo Cain. "Cambiaron toda la historia".
Phillip Humber, de los Medias Blancas de Chicago, lanzó el último juego perfecto, apenas el 21 de abril, en Seattle. Es la segunda vez en tres años que hay dos juegos perfectos en la misma temporada. Antes de eso, sólo había ocurrido en 1880.
Fue el quinto sin hit en la campaña y el tercero en junio. El venezolano Johan Santana lanzó el primer sin hit en la historia de los Mets de Nueva York, el 1 de junio, y seis serpentineros de Seattle dejaron sin imparable a los Dodgers de Los Angeles el viernes pasado. Jared Weaver logró también la hazaña por los Angelinos de Los Angeles, el 2 de mayo.
Los Astros se fueron sin hit por quinta vez. No eran dejados en doble cero desde el 14 de septiembre de 2008, cuando lo logró el venezolano Carlos Zambrano, por los Cachorros.
Los Gigantes se comprometieron con Cain (8-2) antes de esta campaña, al firmar con él un convenio de largo plazo. El lanzador demostró por qué el gerente general Brian Sabean ha prometido conservar a sus lanzadores talentosos.
En una semana en que la atención de San Francisco se concentra en el golf, pues se realiza aquí el US Open, Cain pulió su mejor joya de pitcheo en su apertura número 216 de por vida.
Los 125 lanzamientos fueron la mayor cantidad hecha en la historia de un juego perfecto. De todos los tiros al plato que hizo Cain, 86 fueron strikes.
"Yo sé cuando no he permitido hits, siempre estoy consciente de ello", dijo Cain. "Probablemente la primera ronda contra la alineación sentí ya que andaba bien con mis lanzamientos. Sentí que algo bueno podía pasar".
La obra maestra de Cain, en 125 lanzamientos, fue apoyada por un par de grandes jugadas de sus jardineros. El lanzador obligó a que el emergente Jason Castro conectara un rodado a la antesala para el out 27, enloqueciendo a la multitud de 42.298 espectadores.
"Me siento increíble en estos momentos", dijo Cain. "Los muchachos hicieron un gran trabajo para, de alguna manera, hacerlo más relajado, porque anotaron carreras temprano".
En un parque donde Barry Bonds se consagró como el máximo jonronero de la historia, Cain produjo el logro culminante para un pitcher. Fue al 14° partido sin hits en la historia del club _ Mathewson lanzó los números 2 y 3 en 1901 y 1905, y Marichal y Perry tuvieron uno cada uno.
El jardinero izquierdo Melky Cabrera persiguió un elevado de Chris Snyder con un out en el sexto episodio y saltó para atrapar la pelota contra el muro. Cain levantó los dos brazos y dio un puñetazo en su guante, para festejar la jugada del dominicano.
Luego, el venezolano Gregor Blanco, corrió por el jardín derecho para zambullirse y atrapar otra bola en la franja de advertencia. Robó así un imparable a Jordan Schafer para el primer out del séptimo episodio.
Tras ese inning, el lanzador de 27 años abrazó a Blanco en la cueva.
"Fueron atrapadas increíbles", dijo Cain. "Cambiaron toda la historia".
Phillip Humber, de los Medias Blancas de Chicago, lanzó el último juego perfecto, apenas el 21 de abril, en Seattle. Es la segunda vez en tres años que hay dos juegos perfectos en la misma temporada. Antes de eso, sólo había ocurrido en 1880.
Fue el quinto sin hit en la campaña y el tercero en junio. El venezolano Johan Santana lanzó el primer sin hit en la historia de los Mets de Nueva York, el 1 de junio, y seis serpentineros de Seattle dejaron sin imparable a los Dodgers de Los Angeles el viernes pasado. Jared Weaver logró también la hazaña por los Angelinos de Los Angeles, el 2 de mayo.
Los Astros se fueron sin hit por quinta vez. No eran dejados en doble cero desde el 14 de septiembre de 2008, cuando lo logró el venezolano Carlos Zambrano, por los Cachorros.
Los Gigantes se comprometieron con Cain (8-2) antes de esta campaña, al firmar con él un convenio de largo plazo. El lanzador demostró por qué el gerente general Brian Sabean ha prometido conservar a sus lanzadores talentosos.
En una semana en que la atención de San Francisco se concentra en el golf, pues se realiza aquí el US Open, Cain pulió su mejor joya de pitcheo en su apertura número 216 de por vida.
Los 125 lanzamientos fueron la mayor cantidad hecha en la historia de un juego perfecto. De todos los tiros al plato que hizo Cain, 86 fueron strikes.
"Yo sé cuando no he permitido hits, siempre estoy consciente de ello", dijo Cain. "Probablemente la primera ronda contra la alineación sentí ya que andaba bien con mis lanzamientos. Sentí que algo bueno podía pasar".
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