Una figura que intimidaba desde el montículo en sus tiempos de jugador, Clemens no ocultó su lado emotivo cuando se anunció el veredicto.
Caso Roger Clemens 6/18
Enrique Rojas entrevista al Licenciado Arturo Marcano, sobre las implicaciones del resultado del juicio por perjurio a Roger Clemens. (18 de junio)
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"Estoy muy agradecido", dijo Clements con la voz entrecortada. "Estos han sido cinco años muy difíciles", añadió en alusión a un juicio previo que fue declarado nulo.
El jurado emitió su veredicto tras 10 horas de deliberaciones. El desenlace pone fin a un juicio de 10 semanas que coronó una costosa investigación de cinco años a uno de los más grandes lanzadores en la historia de las Grandes Ligas.
Clemens, de 49 años, fue acusado de perjurio, hacer declaraciones falsas y obstruir las acciones del Congreso cuando testificó en una deposición y luego en una audiencia televisada a nivel nacional en febrero de 2008.
Los cargos se centraron en sus repetidas negaciones de haber usado esteroides y la hormona de crecimiento humano durante su trayectoria de 24 temporadas en el béisbol profesional de Estados Unidos. Clemens se anotó 354 victorias y estableció un récord al ser laureado siete veces con el premio Cy Young al mejor lanzador.
Poco después de que se leyó el veredicto, Clemens y su familia se fundieron en abrazos varias veces en el tribunal, incluyendo un gran apretón de todo el grupo. En cierto momento, Debbie Clemens secó los ojos de su esposo Roger con un pañuelo.
Acusado de hacer trampa para conseguir y prolongar sus éxitos, y luego encarando acusaciones de mentir al respecto, Clemens señaló a la salida del tribunal: "Puse mucha dedicación en esa carrera".
El veredicto es el último revés que el gobierno recibe en su persecución de atletas acusados de uso de drogas ilícitas.
Los fiscales declinaron formular comentarios al salir del tribunal. Pero en una declaración escrita, la fiscalía indicó que "el jurado tomó una decisión sobre este asunto, y les agradecemos por su servicio. Respetamos el proceso judicial y el veredicto del jurado".
Un proceso de siete años a Barry Bonds, el rey de los jonrones, resultó en un veredicto de culpabilidad en sólo uno de los cargos por obstrucción a la justicia en una corte de San Francisco el año pasado. El jurado no pudo definir si Bonds mintió a un gran jurado cuando negó haber tomando a sabiendas sustancias para mejorar el rendimiento.
Además, una investigación en dos continentes y que abarcó dos años sobre posible dopaje por parte del ciclista Lance Armstrong fue archivada recientemente sin derivar en cargos, aunque la Agencia Antidopaje de Estados Unidos presentó la semana pasada presentó acusaciones formales que pueden desembocar en el despojo de los siete títulos que ganó en el Tour de Francia. Armstrong niega haberse dopado.
Y el primer intento de enjuiciar a Clemens el año pasado terminó en un juicio anulado cuando la fiscalía mostró un fragmento de una evidencia en video que previamente había sido decretado inadmisible.
El caso del gobierno se apoyó fuertemente en el testimonio de Brian McNamee, quien por mucho tiempo fue el preparador físico de Clemens. McNamee testificó que le inyectó esteroides a Clemens en 1998, 2000 y 2001 y la hormona de crecimiento humano en 2000.
Además, McNamee proporcionó una aguja y otros materiales que dijo fueron de la inyección de esteroides de Clemens en 2001, artículos que McNamee dijo haber almacenado dentro de una lata de cerveza Miller Lite dentro de una caja de la compañía de paquetería FedEx aproximadamente durante seis años.
Pero McNamee fue la única persona en asegurar que sabía de primera mano que Clemens usaba esteroides y la hormona, e incluso los fiscales reconocieron que su testigo estrella era un "individuo imprevisible".
Los abogados de Clemens no dejaron de socavar la credibilidad e integridad de McNamee. Señalaron que su versión de los hechos había cambiado a lo largo de los años e insinuaron que él sacó de la nada las acusaciones contra Clemens con el fin de apaciguar a investigadores federales.
El fallo del lunes difícilmente zanje el debate sobre si Clemens hizo trampa en la parte final de su formidable carrera, que tuvo su apogeo en una era en la que se considera que el consumo de esteroides fue algo común.
Un barómetro crucial se dará en los próximos meses, cuando el nombre de Clemens aparecerá por primera vez en la papeleta de votación al Salón de la Fama. Sus estadísticas asegurarían una exaltación fija, pero los votantes han sido reacciones para respaldar a peloteros como Mark McGwire y Rafael Palmeiro, cuyas carreras se vieron manchadas por denuncias de consumo de sustancias prohibidas.
Caso Roger Clemens 6/18
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"Estoy muy agradecido", dijo Clements con la voz entrecortada. "Estos han sido cinco años muy difíciles", añadió en alusión a un juicio previo que fue declarado nulo.
El jurado emitió su veredicto tras 10 horas de deliberaciones. El desenlace pone fin a un juicio de 10 semanas que coronó una costosa investigación de cinco años a uno de los más grandes lanzadores en la historia de las Grandes Ligas.
Clemens, de 49 años, fue acusado de perjurio, hacer declaraciones falsas y obstruir las acciones del Congreso cuando testificó en una deposición y luego en una audiencia televisada a nivel nacional en febrero de 2008.
Los cargos se centraron en sus repetidas negaciones de haber usado esteroides y la hormona de crecimiento humano durante su trayectoria de 24 temporadas en el béisbol profesional de Estados Unidos. Clemens se anotó 354 victorias y estableció un récord al ser laureado siete veces con el premio Cy Young al mejor lanzador.
Poco después de que se leyó el veredicto, Clemens y su familia se fundieron en abrazos varias veces en el tribunal, incluyendo un gran apretón de todo el grupo. En cierto momento, Debbie Clemens secó los ojos de su esposo Roger con un pañuelo.
Acusado de hacer trampa para conseguir y prolongar sus éxitos, y luego encarando acusaciones de mentir al respecto, Clemens señaló a la salida del tribunal: "Puse mucha dedicación en esa carrera".
El veredicto es el último revés que el gobierno recibe en su persecución de atletas acusados de uso de drogas ilícitas.
Los fiscales declinaron formular comentarios al salir del tribunal. Pero en una declaración escrita, la fiscalía indicó que "el jurado tomó una decisión sobre este asunto, y les agradecemos por su servicio. Respetamos el proceso judicial y el veredicto del jurado".
Un proceso de siete años a Barry Bonds, el rey de los jonrones, resultó en un veredicto de culpabilidad en sólo uno de los cargos por obstrucción a la justicia en una corte de San Francisco el año pasado. El jurado no pudo definir si Bonds mintió a un gran jurado cuando negó haber tomando a sabiendas sustancias para mejorar el rendimiento.
Además, una investigación en dos continentes y que abarcó dos años sobre posible dopaje por parte del ciclista Lance Armstrong fue archivada recientemente sin derivar en cargos, aunque la Agencia Antidopaje de Estados Unidos presentó la semana pasada presentó acusaciones formales que pueden desembocar en el despojo de los siete títulos que ganó en el Tour de Francia. Armstrong niega haberse dopado.
Y el primer intento de enjuiciar a Clemens el año pasado terminó en un juicio anulado cuando la fiscalía mostró un fragmento de una evidencia en video que previamente había sido decretado inadmisible.
El caso del gobierno se apoyó fuertemente en el testimonio de Brian McNamee, quien por mucho tiempo fue el preparador físico de Clemens. McNamee testificó que le inyectó esteroides a Clemens en 1998, 2000 y 2001 y la hormona de crecimiento humano en 2000.
Además, McNamee proporcionó una aguja y otros materiales que dijo fueron de la inyección de esteroides de Clemens en 2001, artículos que McNamee dijo haber almacenado dentro de una lata de cerveza Miller Lite dentro de una caja de la compañía de paquetería FedEx aproximadamente durante seis años.
Pero McNamee fue la única persona en asegurar que sabía de primera mano que Clemens usaba esteroides y la hormona, e incluso los fiscales reconocieron que su testigo estrella era un "individuo imprevisible".
Los abogados de Clemens no dejaron de socavar la credibilidad e integridad de McNamee. Señalaron que su versión de los hechos había cambiado a lo largo de los años e insinuaron que él sacó de la nada las acusaciones contra Clemens con el fin de apaciguar a investigadores federales.
El fallo del lunes difícilmente zanje el debate sobre si Clemens hizo trampa en la parte final de su formidable carrera, que tuvo su apogeo en una era en la que se considera que el consumo de esteroides fue algo común.
Un barómetro crucial se dará en los próximos meses, cuando el nombre de Clemens aparecerá por primera vez en la papeleta de votación al Salón de la Fama. Sus estadísticas asegurarían una exaltación fija, pero los votantes han sido reacciones para respaldar a peloteros como Mark McGwire y Rafael Palmeiro, cuyas carreras se vieron manchadas por denuncias de consumo de sustancias prohibidas.
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