El Thunder tuvo poco rivalidad de principio a fin, ya que los Mavericks nunca encontraron la forma de detener a Kevin Durant o a Russell Westbrook, ni mucho menos la manera de encestar el balón.
Dallas tuvo su peor exhibición ofensiva de la actual postemporada y a diferencia de los primeros dos partidos de la serie, que se definieron en los segundos finales, esta noche el juego estuvo decidido casi desde el principio.
"Estuvimos muy distraídos desde el primer cuarto", dijo el entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle. "En el segundo y tercero perdimos demasiados balones, y comenzamos a sentir frustración".
"Fue un juego largo y difícil", agregó. "Ellos son un buen equipo. Teníamos que ser mucho mejores si pretendíamos ganar hoy y no fue así".
Por más esfuerzo que los Mavericks hicieron por acercarse nunca fue suficiente.
Incluso por momentos en los que redujeron la desventaja hasta a cuatro puntos, el Thunder respondió como torbellino para de inmediato recuperar terreno hasta por 26 unidades.
El peor enemigo de los Mavericks a la ofensiva fueron ellos mismos; apenas encestaron 34.2 por ciento de sus disparos y llegaron a superar los 10 minutos de juego en la segunda mitad sin anotar un tiro de campo.
Dirk Nowitzki anotó 17 puntos, pero sólo encestó seis de 15 disparos desde la duela y cinco de ocho desde la línea. Jason Kidd marcó 12 puntos y Jason Terry, 10, como los únicos Mavericks en dobles dígitos ofensivos.
Vince Carter se quedó estancado en siete puntos, que anotó de manera consecutiva en menos de dos minutos de juego.
Desde entonces despareció, al igual que Shawn Marion, quien sólo anotó uno de sus ocho disparos al aro en el último periodo.
"Creo que debimos hacer un mejor partido en todos los aspectos del juego", consideró Carlisle. "Sobre todo en aprovechar las oportunidades, proteger mejor el balón y tomar decisiones más inteligentes al pasar el balón".
Sumada a su inefectividad ofensiva, sus 15 balones entregados tampoco ayudaron a la causa de Dallas.
"Creo que hoy la clave del juego fue la defensiva, pudimos frenar a un equipo que sabe como anotar", dijo el entrenador del Thunder, Scott Brooks. "Pudimos crear oportunidades y forzar a que nos entregaran el balón".
"Sin duda esa fue la diferencia", añadió.
En cambio, para Oklahoma City el aro parecía agigantarse conforme pasaba el tiempo.
Atinaron el 42.4 por ciento de sus disparos desde la duela para silenciar a los más de 21 mil aficionados que pintaron de azul Maverick el American Airlines Center de Dallas, gracias a que todos recibieron playera gratis cortesía de Mark Cuban y compañía.
Durant, quien había atinado menos de 40 por ciento de sus tiros en los primeros dos encuentros de la serie, esta noche aniquiló a los Mavericks con 11 de 15 para 31 puntos.
Y junto con Westbrook, quien marcó 20 tantos, fue uno de cuatro jugadores de Oklahoma que superaron la decena de unidades.
"Pude hacer algunos disparos esta noche después de que tuve problemas en casa", dijo Durant, "Mis compañeros me motivaron. Afortunadamente, los pude meter hoy y ayudaron a que ganáramos".
Su entrenador coincidió.
"Kevin no había disparado bien, pero hoy corrigió", dijo. "Todos los que hemos estado cerca de él sabemos que iba a mejorar, su consistencia todo el año ha sido manifiesta".
El cuarto partido de la serie en la Conferencia Oeste, que podría significar el último clavo en el ataud de los Mavericks será el sábado a las 6:30 p.m. en Dallas.
Ningún equipo en la historia de la NBA ha regresado de un 0-3 para ganar una serie de postemporada a siete partidos.
Para el Thunder podría significar además la sentencia de revancha con respecto al año pasado, cuando los Mavericks los eliminaron en las Finales de Conferencia en cinco partidos.
La última vez que un campeón fue eliminado la postemporada siguiente fue en el 2006 cuando el Heat de Miami fue barrido por Chicago en cuatro partidos.
"Nunca pensé que estuvieramos cerca de limpiarlos, pero conozco a este equipo y sé que es capaz de cualquier cosa", mencionó Westbrook. "Fue una gran victoria para nosotros contra un gran equipo, pero el trabajo aún no está terminado".
Antes de comenzar el juego, el guardia de los Mavericks Jason Kidd recibió el premio al deportivismo en la NBA.
El premio, diseñado en honor al que mejor representa el espíritu deportivo y competividad en la cancha, se entrega de acuerdo al voto de los propios jugadores en la NBA.
Fue la primera vez que Kidd, en su décimo octava temporada en la NBA, recibe tal reconocimiento.
Dallas tuvo su peor exhibición ofensiva de la actual postemporada y a diferencia de los primeros dos partidos de la serie, que se definieron en los segundos finales, esta noche el juego estuvo decidido casi desde el principio.
"Estuvimos muy distraídos desde el primer cuarto", dijo el entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle. "En el segundo y tercero perdimos demasiados balones, y comenzamos a sentir frustración".
"Fue un juego largo y difícil", agregó. "Ellos son un buen equipo. Teníamos que ser mucho mejores si pretendíamos ganar hoy y no fue así".
Por más esfuerzo que los Mavericks hicieron por acercarse nunca fue suficiente.
Incluso por momentos en los que redujeron la desventaja hasta a cuatro puntos, el Thunder respondió como torbellino para de inmediato recuperar terreno hasta por 26 unidades.
El peor enemigo de los Mavericks a la ofensiva fueron ellos mismos; apenas encestaron 34.2 por ciento de sus disparos y llegaron a superar los 10 minutos de juego en la segunda mitad sin anotar un tiro de campo.
Dirk Nowitzki anotó 17 puntos, pero sólo encestó seis de 15 disparos desde la duela y cinco de ocho desde la línea. Jason Kidd marcó 12 puntos y Jason Terry, 10, como los únicos Mavericks en dobles dígitos ofensivos.
Vince Carter se quedó estancado en siete puntos, que anotó de manera consecutiva en menos de dos minutos de juego.
Desde entonces despareció, al igual que Shawn Marion, quien sólo anotó uno de sus ocho disparos al aro en el último periodo.
"Creo que debimos hacer un mejor partido en todos los aspectos del juego", consideró Carlisle. "Sobre todo en aprovechar las oportunidades, proteger mejor el balón y tomar decisiones más inteligentes al pasar el balón".
Sumada a su inefectividad ofensiva, sus 15 balones entregados tampoco ayudaron a la causa de Dallas.
"Creo que hoy la clave del juego fue la defensiva, pudimos frenar a un equipo que sabe como anotar", dijo el entrenador del Thunder, Scott Brooks. "Pudimos crear oportunidades y forzar a que nos entregaran el balón".
"Sin duda esa fue la diferencia", añadió.
En cambio, para Oklahoma City el aro parecía agigantarse conforme pasaba el tiempo.
Atinaron el 42.4 por ciento de sus disparos desde la duela para silenciar a los más de 21 mil aficionados que pintaron de azul Maverick el American Airlines Center de Dallas, gracias a que todos recibieron playera gratis cortesía de Mark Cuban y compañía.
Durant, quien había atinado menos de 40 por ciento de sus tiros en los primeros dos encuentros de la serie, esta noche aniquiló a los Mavericks con 11 de 15 para 31 puntos.
Y junto con Westbrook, quien marcó 20 tantos, fue uno de cuatro jugadores de Oklahoma que superaron la decena de unidades.
"Pude hacer algunos disparos esta noche después de que tuve problemas en casa", dijo Durant, "Mis compañeros me motivaron. Afortunadamente, los pude meter hoy y ayudaron a que ganáramos".
Su entrenador coincidió.
"Kevin no había disparado bien, pero hoy corrigió", dijo. "Todos los que hemos estado cerca de él sabemos que iba a mejorar, su consistencia todo el año ha sido manifiesta".
El cuarto partido de la serie en la Conferencia Oeste, que podría significar el último clavo en el ataud de los Mavericks será el sábado a las 6:30 p.m. en Dallas.
Ningún equipo en la historia de la NBA ha regresado de un 0-3 para ganar una serie de postemporada a siete partidos.
Para el Thunder podría significar además la sentencia de revancha con respecto al año pasado, cuando los Mavericks los eliminaron en las Finales de Conferencia en cinco partidos.
La última vez que un campeón fue eliminado la postemporada siguiente fue en el 2006 cuando el Heat de Miami fue barrido por Chicago en cuatro partidos.
"Nunca pensé que estuvieramos cerca de limpiarlos, pero conozco a este equipo y sé que es capaz de cualquier cosa", mencionó Westbrook. "Fue una gran victoria para nosotros contra un gran equipo, pero el trabajo aún no está terminado".
Antes de comenzar el juego, el guardia de los Mavericks Jason Kidd recibió el premio al deportivismo en la NBA.
El premio, diseñado en honor al que mejor representa el espíritu deportivo y competividad en la cancha, se entrega de acuerdo al voto de los propios jugadores en la NBA.
Fue la primera vez que Kidd, en su décimo octava temporada en la NBA, recibe tal reconocimiento.
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