CHICAGO -- Hace un año, todo el mundo hablaba de los Filis de Filadelfia muy por encima de los demás en la Liga Nacional. Todos daban por descontado que Roy Halladay, Cliff Lee y compañía ganarían el banderín.
Todos se equivocaron.
Este año, Filadelfia se mantiene como uno de los favoritos, pero la situación ha cambiado al aparecer en escena varios rivales de cuidado en el Este.
José Reyes, Heath Bell y Mark Buehrle desembarcaron en Miami, mientras que Atlanta quiere que la última campaña de Chipper Jones sea memorable.
Joey Votto y Cincinnati quieren demostrar que lo ocurrido el año pasado fue una anomalía y los Cardenales de San Luis, campeones de la Serie Mundial, están ansiosos por tener a Adam Wainwright de vuelta en la rotación para reinar en la división Central.
Arizona, San Francisco y Los Angeles se han armado para pelear con todo por el cetro del Oeste.
Mientras Albert Pujols y Prince Fielder se adaptan a la Liga Americana, la pugna en el viejo circuito parece estar para cualquiera.
"No puedes dar nada por seguro", dijo el manager de los Diamondbacks Kirk Gibson, preparándose para defender un sorpresivo título de división. "Creo que sabemos que somos un equipo fuerte, pero somos conscientes que hay que estar enfocados en todos los juegos.
Una de las mayores renovaciones se dio en Miami, donde los ex Marlins de Florida empiezan con un nuevo manager en Ozzie Guillén y una reforzado cuerpo de lanzadores para su primera campaña en el Marlins Park. En procura de atraer aficionados a su nuevo y coqueto estadio, los Marlins se fueron de compras en grande durante el invierno al derrochar 191 millones de dólares en los contratos de Reyes (campeón de bateo de la liga), y los pitchers Buehrle y Bell.
"Lucimos bien", dijo Hanley Ramírez, quien pasa del campocorto a la antesala para darle espacio a Reyes. "Este es el mejor equipo que me ha tocado en los seis años que llevo con los Marlins".
Buehrle debe apuntalar la rotación y Bell llega con la reputación de ser uno de los mejores cerradores. Pero las esperanzas de Miami pueden depender de la sagacidad de Guillén para dirigir a un grupo con diversas personalidades, entre ellas la del temperamental lanzador Carlos Zambrano, adquirido en un cambio con los Cachorros.
"Si no meto la pata, nos irá bien", dijo Guillén con su candidez habitual.
El manager de los Filis Charlie Manuel también está entusiasmado con su equipo, aún después de la dolorosa derrota ante los Cardenales en la serie de primera ronda.
Halladay, Lee y Cole Hamels, su imponente trío de abridores, vuelven a la carga y el torpedero Jimmy Rollins regresa tras probar la agencia libre en el invierno. Pero el inicialista Ryan Howard se recupera de una operación en el talón Aquiles de su pie izquierdo y el intermedista Chase Utley está inactivo por dolencias en ambas rodillas.
"Hay que salir a jugar como siempre", dijo Manuel al reflexionar sobre las ausencias de dos de sus mejores bateadores. "Hay que buscar un reemplazo y ojalá que ellos puedan rendir. Hemos sido muy afortunados en ese aspecto desde que estoy aquí. Pero, al mismo tiempo, es una losa muy fuerte el estar sin Utley y Howard".
Al menos Utley y Howard siguen en el equipo. San Luis empieza la era post Pujols, luego que su estelar jugador aceptó en diciembre firmar un contrato de 240 millones por 10 campañas con los Angelinos de Los Angeles.
El manager Tony La Russa se retiró 48 horas después de ganar la Serie Mundial y el coach de pitcheo Dave Duncan pidió una licencia.
"El que no esté con nosotros no significa que sea una sentencia de muerte", dijo el artillero Lance Berkman.
El ex receptor Mike Matheny reemplaza a La Russa en la cueva, mientras que por diversos medios tratan de suplir la producción de Pujols. Wainwright vuelve tras perderse todo el año pasado por una operación en el codo derecho y Berkman pasa del bosque derecho a la inicial para darle cabida a Carlos Beltrán, una de las adquisiciones más inteligentes del receso por un costo de 26 millones por dos años.
Para Cincinnati, las deserciones de Pujols y Fielder abren un hueco que pueden aprovechar en la Central. Fielder firmó por 214 millones y nueve años con Detroit, despidiéndose de los Cerveceros de Milwaukee, los campeones vigentes de la división.
Votto, el jugador más valioso de 2010, podría irse pronto de los Rojos por su inminente agencia libre, así que el equipo decidió jugárselas con todo con los fichajes del abridor Mat Latos y el cerrador Ryan Madson.
La consigna de los Rojos es simple: ahora o nunca por el campeonato.
"Nos hemos arriesgados, pero hemos adquirido a un buen talento", dijo Votto. "Estoy feliz por eso. Esta es una campaña que me tiene muy entusiasmado".
Los Diamondbacks también fueron agresivos durante el receso, al obtener a los pitchers Trevor Cahill y Craig Breslow de Oakland y traer al jardinero izquierdo Jason Kubel. Salieron campeones del Oeste tras años sin precedentes de su pitcher Ian Kennedy y el jardinero Justin Upton, por lo que se prevé que estarán metidos en la puja en 2012.
San Francisco también espera volver a la cima de la división, luego que su receptor Buster Posey se perdió buena parte de la pasada temporada tras sufrir un choque en el plato el 25 de mayo. Y no se olviden de los Dodgers y Rockies, cada uno con motivos para sentirse optimistas.
Este año, Filadelfia se mantiene como uno de los favoritos, pero la situación ha cambiado al aparecer en escena varios rivales de cuidado en el Este.
José Reyes, Heath Bell y Mark Buehrle desembarcaron en Miami, mientras que Atlanta quiere que la última campaña de Chipper Jones sea memorable.
Joey Votto y Cincinnati quieren demostrar que lo ocurrido el año pasado fue una anomalía y los Cardenales de San Luis, campeones de la Serie Mundial, están ansiosos por tener a Adam Wainwright de vuelta en la rotación para reinar en la división Central.
Arizona, San Francisco y Los Angeles se han armado para pelear con todo por el cetro del Oeste.
Mientras Albert Pujols y Prince Fielder se adaptan a la Liga Americana, la pugna en el viejo circuito parece estar para cualquiera.
"No puedes dar nada por seguro", dijo el manager de los Diamondbacks Kirk Gibson, preparándose para defender un sorpresivo título de división. "Creo que sabemos que somos un equipo fuerte, pero somos conscientes que hay que estar enfocados en todos los juegos.
Una de las mayores renovaciones se dio en Miami, donde los ex Marlins de Florida empiezan con un nuevo manager en Ozzie Guillén y una reforzado cuerpo de lanzadores para su primera campaña en el Marlins Park. En procura de atraer aficionados a su nuevo y coqueto estadio, los Marlins se fueron de compras en grande durante el invierno al derrochar 191 millones de dólares en los contratos de Reyes (campeón de bateo de la liga), y los pitchers Buehrle y Bell.
"Lucimos bien", dijo Hanley Ramírez, quien pasa del campocorto a la antesala para darle espacio a Reyes. "Este es el mejor equipo que me ha tocado en los seis años que llevo con los Marlins".
Buehrle debe apuntalar la rotación y Bell llega con la reputación de ser uno de los mejores cerradores. Pero las esperanzas de Miami pueden depender de la sagacidad de Guillén para dirigir a un grupo con diversas personalidades, entre ellas la del temperamental lanzador Carlos Zambrano, adquirido en un cambio con los Cachorros.
"Si no meto la pata, nos irá bien", dijo Guillén con su candidez habitual.
El manager de los Filis Charlie Manuel también está entusiasmado con su equipo, aún después de la dolorosa derrota ante los Cardenales en la serie de primera ronda.
Halladay, Lee y Cole Hamels, su imponente trío de abridores, vuelven a la carga y el torpedero Jimmy Rollins regresa tras probar la agencia libre en el invierno. Pero el inicialista Ryan Howard se recupera de una operación en el talón Aquiles de su pie izquierdo y el intermedista Chase Utley está inactivo por dolencias en ambas rodillas.
"Hay que salir a jugar como siempre", dijo Manuel al reflexionar sobre las ausencias de dos de sus mejores bateadores. "Hay que buscar un reemplazo y ojalá que ellos puedan rendir. Hemos sido muy afortunados en ese aspecto desde que estoy aquí. Pero, al mismo tiempo, es una losa muy fuerte el estar sin Utley y Howard".
Al menos Utley y Howard siguen en el equipo. San Luis empieza la era post Pujols, luego que su estelar jugador aceptó en diciembre firmar un contrato de 240 millones por 10 campañas con los Angelinos de Los Angeles.
El manager Tony La Russa se retiró 48 horas después de ganar la Serie Mundial y el coach de pitcheo Dave Duncan pidió una licencia.
"El que no esté con nosotros no significa que sea una sentencia de muerte", dijo el artillero Lance Berkman.
El ex receptor Mike Matheny reemplaza a La Russa en la cueva, mientras que por diversos medios tratan de suplir la producción de Pujols. Wainwright vuelve tras perderse todo el año pasado por una operación en el codo derecho y Berkman pasa del bosque derecho a la inicial para darle cabida a Carlos Beltrán, una de las adquisiciones más inteligentes del receso por un costo de 26 millones por dos años.
Para Cincinnati, las deserciones de Pujols y Fielder abren un hueco que pueden aprovechar en la Central. Fielder firmó por 214 millones y nueve años con Detroit, despidiéndose de los Cerveceros de Milwaukee, los campeones vigentes de la división.
Votto, el jugador más valioso de 2010, podría irse pronto de los Rojos por su inminente agencia libre, así que el equipo decidió jugárselas con todo con los fichajes del abridor Mat Latos y el cerrador Ryan Madson.
La consigna de los Rojos es simple: ahora o nunca por el campeonato.
"Nos hemos arriesgados, pero hemos adquirido a un buen talento", dijo Votto. "Estoy feliz por eso. Esta es una campaña que me tiene muy entusiasmado".
Los Diamondbacks también fueron agresivos durante el receso, al obtener a los pitchers Trevor Cahill y Craig Breslow de Oakland y traer al jardinero izquierdo Jason Kubel. Salieron campeones del Oeste tras años sin precedentes de su pitcher Ian Kennedy y el jardinero Justin Upton, por lo que se prevé que estarán metidos en la puja en 2012.
San Francisco también espera volver a la cima de la división, luego que su receptor Buster Posey se perdió buena parte de la pasada temporada tras sufrir un choque en el plato el 25 de mayo. Y no se olviden de los Dodgers y Rockies, cada uno con motivos para sentirse optimistas.
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