"Hazle swing con el bate. Esto no es una prueba de vista", gritaba Beltré desde la banca.
"Así es cuando mejor están, cuando se están divirtiendo y gritándose uno al otro", comentó el mánager de los Rangers, Ron Washington. "Esa es la primera vez en estos entrenamientos que han hecho eso, que se han divertido así y Beltré fue el líder. Estaba en medio de todo. Siempre les está gritando, dándoles ánimo".
Los Rangers firmaron a Beltré en el 2011 a un contrato de cinco años y US$80 millones. Lo contrataron para que defendiera la tercera base y bateara en la parte gruesa del lineup y el quisqueyano cumplió con ambas obligaciones. Fue galardonado con un Guante de Oro y un Bate de Plata.
Pero Beltré aportó más que habilidad para el béisbol en los Rangers. Les brindó intensidad, liderazgo y energía que encajó con el resto del equipo, otra voz natural en el clubhouse para los campeones de la Liga Americana.
"Es un gran líder", dijo Ian Kinsler acerca de Beltré. "Es muy divertido convivir con él. Siempre bromea y todo eso. Pero sabe bien cuando es el momento correcto para hacerlo".
Cuando los Rangers viajaron a Las Vegas para disputar dos partidos de pretemporada, Washington no le impuso restricciones ni toques de queda a sus jugadores jóvenes. "Le dije a Beltré que se encargara", dijo Washington. "Y llegaron todos los días listos para jugar. Las Vegas es para divertirse, pero esos muchachos jugaron béisbol allá".
De eso se aseguró Beltré.
"No se le escapa nada", dijo el jardinero Josh Hamilton. "Si alguien hace swing demasiado tarde o demasiado pronto, te grita desde la banca. Tiene un baile que hace en el plato o cuando va a batear. Cuando está al bate, es él el que le pregunta al umpire de la primera base si detuvo su swing. O si no grita, 'Afuera' después de cada lanzamiento, sin importar donde estuvo.
"Es entretenido, para decir lo mínimo, además de tener las mejores manos que he visto en la tercera base".
Quizás sea simbólico del liderazgo en los Rangers que Beltré y Michael Young hacen tiros suaves juntos todos los días mientras los jugadores hacen ejercicios de calentamiento para el entrenamiento de la mañana.
"No me alcanzan los halagos para Adrián", dijo Young. "Es un tremendo compañero y un gran tipo. Es alguien a quien todos respetan. Mantiene divertido el juego. Es muy intenso, pero lo hace divertido. Disfruta el juego pero es muy competitivo y quiere ganar. Ese es lo que todos tenemos en común en este clubhouse. Así es que este equipo está programado".
Por eso es que nadie se sorprende cuando Hamilton está leyendo el tablón de anuncios y Beltré viene por detrás y en broma le da de puños en la espalda. O cuando Derek Holland está hablando con alguien de la televisión y Beltré pasa, bate en mano, y golpea la mesa con éste, haciendo que el zurdo de un salto en su silla.
"En este equipo es muy fácil ser tú mismo y ayudar a los demás", dijo Beltré. "No hay muchos muchachos que se pasan de la ralla. Hace que las cosas sean fáciles. Me gusta divertirme. Me ayuda a relajarme y disfrutar el juego. Cuando disfruto el juego, mi desempeño es mejor. Es difícil divertirte cuando estar perdiendo. Lo bueno es que este equipo gana mucho. Así es más fácil".
Los Rangers ganaron 86 juegos en el 2011. También ganaron dos series en los playoffs antes de sucumbir ante los Cardenales en la Serie Mundial. El golpe fue especialmente duro para Beltré. En dos ocasiones, Texas estuvo a un strike de ganar el Juego 6 antes de perder en 11 innings. Beltré aún estaba echando chispas cuando los Rangers perdieron por 6-2 en el Juego 7.
Después, en un clubhouse sombrío, Beltré dijo, "Todos sabemos que perdimos la Serie Mundial ayer. No debimos dejarla escapar... Estábamos a un strike, pero no sucedió. Sería más fácil sufrir cuatro derrotas consecutivas que pensar que estuviste a un strike. No es fácil. Será difícil olvidar ese juego".
Han pasado cinco meses desde entonces.
"Ya lo dejé atrás", dice Beltré ahora. "Estoy mirando hacia adelante. No hay nada que podamos hacer al respecto. Estamos ansiosos por lograr lo que no logramos el año pasado".
"Así es cuando mejor están, cuando se están divirtiendo y gritándose uno al otro", comentó el mánager de los Rangers, Ron Washington. "Esa es la primera vez en estos entrenamientos que han hecho eso, que se han divertido así y Beltré fue el líder. Estaba en medio de todo. Siempre les está gritando, dándoles ánimo".
Los Rangers firmaron a Beltré en el 2011 a un contrato de cinco años y US$80 millones. Lo contrataron para que defendiera la tercera base y bateara en la parte gruesa del lineup y el quisqueyano cumplió con ambas obligaciones. Fue galardonado con un Guante de Oro y un Bate de Plata.
Pero Beltré aportó más que habilidad para el béisbol en los Rangers. Les brindó intensidad, liderazgo y energía que encajó con el resto del equipo, otra voz natural en el clubhouse para los campeones de la Liga Americana.
"Es un gran líder", dijo Ian Kinsler acerca de Beltré. "Es muy divertido convivir con él. Siempre bromea y todo eso. Pero sabe bien cuando es el momento correcto para hacerlo".
Cuando los Rangers viajaron a Las Vegas para disputar dos partidos de pretemporada, Washington no le impuso restricciones ni toques de queda a sus jugadores jóvenes. "Le dije a Beltré que se encargara", dijo Washington. "Y llegaron todos los días listos para jugar. Las Vegas es para divertirse, pero esos muchachos jugaron béisbol allá".
De eso se aseguró Beltré.
"No se le escapa nada", dijo el jardinero Josh Hamilton. "Si alguien hace swing demasiado tarde o demasiado pronto, te grita desde la banca. Tiene un baile que hace en el plato o cuando va a batear. Cuando está al bate, es él el que le pregunta al umpire de la primera base si detuvo su swing. O si no grita, 'Afuera' después de cada lanzamiento, sin importar donde estuvo.
"Es entretenido, para decir lo mínimo, además de tener las mejores manos que he visto en la tercera base".
Quizás sea simbólico del liderazgo en los Rangers que Beltré y Michael Young hacen tiros suaves juntos todos los días mientras los jugadores hacen ejercicios de calentamiento para el entrenamiento de la mañana.
"No me alcanzan los halagos para Adrián", dijo Young. "Es un tremendo compañero y un gran tipo. Es alguien a quien todos respetan. Mantiene divertido el juego. Es muy intenso, pero lo hace divertido. Disfruta el juego pero es muy competitivo y quiere ganar. Ese es lo que todos tenemos en común en este clubhouse. Así es que este equipo está programado".
Por eso es que nadie se sorprende cuando Hamilton está leyendo el tablón de anuncios y Beltré viene por detrás y en broma le da de puños en la espalda. O cuando Derek Holland está hablando con alguien de la televisión y Beltré pasa, bate en mano, y golpea la mesa con éste, haciendo que el zurdo de un salto en su silla.
"En este equipo es muy fácil ser tú mismo y ayudar a los demás", dijo Beltré. "No hay muchos muchachos que se pasan de la ralla. Hace que las cosas sean fáciles. Me gusta divertirme. Me ayuda a relajarme y disfrutar el juego. Cuando disfruto el juego, mi desempeño es mejor. Es difícil divertirte cuando estar perdiendo. Lo bueno es que este equipo gana mucho. Así es más fácil".
Los Rangers ganaron 86 juegos en el 2011. También ganaron dos series en los playoffs antes de sucumbir ante los Cardenales en la Serie Mundial. El golpe fue especialmente duro para Beltré. En dos ocasiones, Texas estuvo a un strike de ganar el Juego 6 antes de perder en 11 innings. Beltré aún estaba echando chispas cuando los Rangers perdieron por 6-2 en el Juego 7.
Después, en un clubhouse sombrío, Beltré dijo, "Todos sabemos que perdimos la Serie Mundial ayer. No debimos dejarla escapar... Estábamos a un strike, pero no sucedió. Sería más fácil sufrir cuatro derrotas consecutivas que pensar que estuviste a un strike. No es fácil. Será difícil olvidar ese juego".
Han pasado cinco meses desde entonces.
"Ya lo dejé atrás", dice Beltré ahora. "Estoy mirando hacia adelante. No hay nada que podamos hacer al respecto. Estamos ansiosos por lograr lo que no logramos el año pasado".
0 comentarios:
Publicar un comentario