Ahí la palabra clave es prácticamente. Entre los tres o cuatro peloteros que se encontraban estaba el cubano Yoenis Céspedes, listo para hacer su rutina de bateo de cada día.
"Estoy trabajando desde temprano en la mañana", le dijo Céspedes a LasMayores.com en el Estadio Municipal de Phoenix, sede de los entrenamientos de los Atléticos. "Estoy enfocado en el béisbol."
No es para menos. Céspedes, de 26 años, está en la mira de mucha gente luego de firmar un contrato de cuatro años y US$36 millones con Oakland. El jardinero, quien desertó de Cuba en el verano del 2011 y fue contratado como agente libre el mes pasado, quiere justificar la inversión que hizo la gerencia del equipo verde, encabezada por el gerente general Billy Beane.
Aparte de una breve participación con las Aguilas Cibaeñas en la Liga Dominicana este invierno, el oriundo de Granma está viviendo sus primeras experiencias en el béisbol profesional, luego de brillar en la Serie Nacional y la selección de su país durante varios años.
En otras palabras, todo aquí es nuevo aún.
"Para mí las diferencias son las condiciones de los terrenos, en el entrenamiento deportivo y la consistencia de la calidad de este béisbol", relató el guardabosque. "Creo que es bastante la diferencia comparado con Cuba."
Desde luego. Pero hasta ahora los Atléticos han visto una mezcla de la brillantez que los llevó a firmarlo y la incertidumbre de un muchacho que apenas va conociendo este nivel de béisbol. En seis partidos de la Liga del Cactus, Céspedes lleva de 17-3 (.176). Pero ya ha disparado un cuadrangular, y los "jefes" de Oakland quieren darle tiempo al tiempo con su nueva adquisición.
"Tendrá sus días buenos y sus días malos", dijo Beane hace unos días. "No sé si hay beneficio en hacerle una evaluación diaria. Tiene mucho talento físico, y es divertido verlo en cada turno mientras aprendemos más de él."
Además de los puros ajustes técnicos y mecánicos-como por ejemplo aprender a batear los venenosos lanzamientos rompientes que se ven en Grandes Ligas-el aspecto mental es algo que Céspedes trata de dominar en estos primeros días.
"Todavía me queda algo de tensión, se le puede decir presión", reconoció el ex integrante del Granma. "No mucha, pero sí me queda algo.
"Pero poco a poco me voy acostumbrando al juego. Sé que puedo superar eso muy pronto."
Para el manager de los Atléticos, Bob Melvin, el simple hecho de conocer más el ambiente en que se encuentra lo ayudará a encontrar su mejor forma.
"Mientras más sepa, más confiado estará", dijo el piloto, quien empieza su primera temporada completa como capataz del equipo verde. "Tiene un plan cada vez que va al plato."
MANNY RAMÍREZ, UN MENTOR
Al llegar a sus primeros entrenamientos de Grandes Ligas, Céspedes se ha encontrado con nada más y nada menos que el dominicano Manny Ramírez, uno de los mejores bateadores de su generación y quien trata de regresar a la Gran Carpa luego de una serie de contratiempos desagradables. Para el novicio, encontrarse con un veterano como Ramírez ha sido una bendición.
"Cuando estuve en la República Dominicana e iba a firmar, también me enteré de que él tenía posibilidades de firmar con Oakland y me puse muy contento", dijo Céspedes al respecto. "Deseé mucho que lo firmaran porque para mí es un honor estar al lado de Manny. Eso me da impulso para seguir adelante.
"Me ha (dado) muchos consejos que sé que me van a servir para bien", continuó el toletero. "Me dice que me esté tranquilo, que yo voy a estar bien."
FUERTE COMPETENCIA EN LOS JARDINES
En los Atléticos existe no menos de cinco candidatos para tres puestos titulares en los bosques. Con Coco Crisp, Seth Smith, Josh Reddick y Jonny Gomes en los entrenamientos de Oakland, Céspedes no tiene nada asegurado para el Día Inaugural de la temporada, ni en términos de titularidad ni de estar con el equipo grande.
Sin embargo, el cubano prefiere no enfocarse en ese aspecto, sino en causar la mejor impresión posible en estos entrenamientos y dejar que las cosas caigan en su lugar.
"No te diría una competencia", dijo Céspedes al tocar el tema. "Simplemente entro al terreno a hacer mi trabajo. Trato de hacer mi trabajo, hacerlo bien y despreocuparme de lo demás."
Con una inversión de US$36 millones, luce remoto que los Atléticos quisieran dejarlo en la banca en caso del cubano no ganarse un puesto como titular. Entonces, existe la posibilidad de que Céspedes empiece la campaña regular en liga menor.
De ser así, ¿estaría decepcionado?
"No", dijo el jardinero de manera tajante. "Si me bajaran para ligas menores allí voy a darlo todo y demostrar que puedo jugar este béisbol, para que cuando decidan, me suban."
Céspedes afirma que no se le ha comunicado nada al respecto, y está claro que en el equipo no hay nada definido.
"Cuando se trata de los jardines, Bob decidirá quiénes son los mejores, lo que es la mejor decisión para cada muchacho y quiénes son los mejores en las tres posiciones", expresó Beane. "Eso se reducirá a poner a los mejores defensores en el lugar indicado. No va a depender de una sola persona."
NUEVO PAÍS, NUEVA CULTURA
En sus primeros días en Estados Unidos, Céspedes luce bastante cómodo y tranquilo. Algo que le ayuda es el hecho de contar con la presencia de su compatriota y ex lanzador de los Atléticos, Ariel Prieto, quien lo acompaña por los predios del equipo aquí.
Relata Céspedes que mientras estuvo en la República Dominicana tuvo un profesor particular de inglés, pero que "no le hizo mucho caso" al estudio del idioma debido al enfoque en su preparación en el béisbol. Sin embargo, confía en adquirir más conocimiento con el paso del tiempo.
"Cada día voy entendiéndolo un poquito más", afirmó. "Sé que no se me va a hacer tan difícil. Quizás hablarlo sí, pero entenderlo no."
La concentración en su trabajo ahora mismo es tal que dice no haberse entrado mucho en las cosas que por primera vez le son accesibles, como por ejemplo las novelas internacionales en español, a las que se hizo aficionado el cubano Aroldis Chapman cuando llegó a Estados Unidos.
"Simplemente estoy enfocado en el béisbol", dijo. "Cuando voy al hotel me pongo a ver películas. Me gustan mucho las novelas, pero no he tenido la oportunidad todavía de ver ninguna."
Esa actitud seria cae bien en el equipo de Oakland. Ahora lo que falta es ver salir el talento que inspiró la confianza de comprometerse por tantos millones.
Según Céspedes, eso ya viene en camino.
"Pienso que para mí, (la clave es) terminar de (agarrar) mi confianza y jugar suelto como jugaba en Cuba".
"Estoy trabajando desde temprano en la mañana", le dijo Céspedes a LasMayores.com en el Estadio Municipal de Phoenix, sede de los entrenamientos de los Atléticos. "Estoy enfocado en el béisbol."
No es para menos. Céspedes, de 26 años, está en la mira de mucha gente luego de firmar un contrato de cuatro años y US$36 millones con Oakland. El jardinero, quien desertó de Cuba en el verano del 2011 y fue contratado como agente libre el mes pasado, quiere justificar la inversión que hizo la gerencia del equipo verde, encabezada por el gerente general Billy Beane.
Aparte de una breve participación con las Aguilas Cibaeñas en la Liga Dominicana este invierno, el oriundo de Granma está viviendo sus primeras experiencias en el béisbol profesional, luego de brillar en la Serie Nacional y la selección de su país durante varios años.
En otras palabras, todo aquí es nuevo aún.
"Para mí las diferencias son las condiciones de los terrenos, en el entrenamiento deportivo y la consistencia de la calidad de este béisbol", relató el guardabosque. "Creo que es bastante la diferencia comparado con Cuba."
Desde luego. Pero hasta ahora los Atléticos han visto una mezcla de la brillantez que los llevó a firmarlo y la incertidumbre de un muchacho que apenas va conociendo este nivel de béisbol. En seis partidos de la Liga del Cactus, Céspedes lleva de 17-3 (.176). Pero ya ha disparado un cuadrangular, y los "jefes" de Oakland quieren darle tiempo al tiempo con su nueva adquisición.
"Tendrá sus días buenos y sus días malos", dijo Beane hace unos días. "No sé si hay beneficio en hacerle una evaluación diaria. Tiene mucho talento físico, y es divertido verlo en cada turno mientras aprendemos más de él."
Además de los puros ajustes técnicos y mecánicos-como por ejemplo aprender a batear los venenosos lanzamientos rompientes que se ven en Grandes Ligas-el aspecto mental es algo que Céspedes trata de dominar en estos primeros días.
"Todavía me queda algo de tensión, se le puede decir presión", reconoció el ex integrante del Granma. "No mucha, pero sí me queda algo.
"Pero poco a poco me voy acostumbrando al juego. Sé que puedo superar eso muy pronto."
Para el manager de los Atléticos, Bob Melvin, el simple hecho de conocer más el ambiente en que se encuentra lo ayudará a encontrar su mejor forma.
"Mientras más sepa, más confiado estará", dijo el piloto, quien empieza su primera temporada completa como capataz del equipo verde. "Tiene un plan cada vez que va al plato."
MANNY RAMÍREZ, UN MENTOR
Al llegar a sus primeros entrenamientos de Grandes Ligas, Céspedes se ha encontrado con nada más y nada menos que el dominicano Manny Ramírez, uno de los mejores bateadores de su generación y quien trata de regresar a la Gran Carpa luego de una serie de contratiempos desagradables. Para el novicio, encontrarse con un veterano como Ramírez ha sido una bendición.
"Cuando estuve en la República Dominicana e iba a firmar, también me enteré de que él tenía posibilidades de firmar con Oakland y me puse muy contento", dijo Céspedes al respecto. "Deseé mucho que lo firmaran porque para mí es un honor estar al lado de Manny. Eso me da impulso para seguir adelante.
"Me ha (dado) muchos consejos que sé que me van a servir para bien", continuó el toletero. "Me dice que me esté tranquilo, que yo voy a estar bien."
FUERTE COMPETENCIA EN LOS JARDINES
En los Atléticos existe no menos de cinco candidatos para tres puestos titulares en los bosques. Con Coco Crisp, Seth Smith, Josh Reddick y Jonny Gomes en los entrenamientos de Oakland, Céspedes no tiene nada asegurado para el Día Inaugural de la temporada, ni en términos de titularidad ni de estar con el equipo grande.
Sin embargo, el cubano prefiere no enfocarse en ese aspecto, sino en causar la mejor impresión posible en estos entrenamientos y dejar que las cosas caigan en su lugar.
"No te diría una competencia", dijo Céspedes al tocar el tema. "Simplemente entro al terreno a hacer mi trabajo. Trato de hacer mi trabajo, hacerlo bien y despreocuparme de lo demás."
Con una inversión de US$36 millones, luce remoto que los Atléticos quisieran dejarlo en la banca en caso del cubano no ganarse un puesto como titular. Entonces, existe la posibilidad de que Céspedes empiece la campaña regular en liga menor.
De ser así, ¿estaría decepcionado?
"No", dijo el jardinero de manera tajante. "Si me bajaran para ligas menores allí voy a darlo todo y demostrar que puedo jugar este béisbol, para que cuando decidan, me suban."
Céspedes afirma que no se le ha comunicado nada al respecto, y está claro que en el equipo no hay nada definido.
"Cuando se trata de los jardines, Bob decidirá quiénes son los mejores, lo que es la mejor decisión para cada muchacho y quiénes son los mejores en las tres posiciones", expresó Beane. "Eso se reducirá a poner a los mejores defensores en el lugar indicado. No va a depender de una sola persona."
NUEVO PAÍS, NUEVA CULTURA
En sus primeros días en Estados Unidos, Céspedes luce bastante cómodo y tranquilo. Algo que le ayuda es el hecho de contar con la presencia de su compatriota y ex lanzador de los Atléticos, Ariel Prieto, quien lo acompaña por los predios del equipo aquí.
Relata Céspedes que mientras estuvo en la República Dominicana tuvo un profesor particular de inglés, pero que "no le hizo mucho caso" al estudio del idioma debido al enfoque en su preparación en el béisbol. Sin embargo, confía en adquirir más conocimiento con el paso del tiempo.
"Cada día voy entendiéndolo un poquito más", afirmó. "Sé que no se me va a hacer tan difícil. Quizás hablarlo sí, pero entenderlo no."
La concentración en su trabajo ahora mismo es tal que dice no haberse entrado mucho en las cosas que por primera vez le son accesibles, como por ejemplo las novelas internacionales en español, a las que se hizo aficionado el cubano Aroldis Chapman cuando llegó a Estados Unidos.
"Simplemente estoy enfocado en el béisbol", dijo. "Cuando voy al hotel me pongo a ver películas. Me gustan mucho las novelas, pero no he tenido la oportunidad todavía de ver ninguna."
Esa actitud seria cae bien en el equipo de Oakland. Ahora lo que falta es ver salir el talento que inspiró la confianza de comprometerse por tantos millones.
Según Céspedes, eso ya viene en camino.
"Pienso que para mí, (la clave es) terminar de (agarrar) mi confianza y jugar suelto como jugaba en Cuba".
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