JUPITER, Florida - Si los Marlins le hubiesen escrito un guión al dominicano Hanley Ramírez para su primera rueda de prensa del 2012, está hubiera incluido los siguientes puntos: • Cree que puede llegar a ser un tercera base estelar. • Está encantando de jugar junto a su compatriota, José Reyes.
• Se siente feliz de ser parte de esta nueva etapa en la historia del club.
Bienvenidos a la intersección de las expectativas y la oportunidad. Gracias a Ramírez, los Marlins del 2012 ya han arrancado.
Ramírez dijo todo lo que su equipo esperaba que dijera en su primer día en los entrenamientos de cara a su octava campaña en la Gran Carpa. El quisqueyano fildeó decenas de rodados en la tercera base, su nueva posición, y posteriormente habló efusivamente acerca de los nuevos Marlins.
"Creo que está entusiasmado y listo para empezar", dijo Larry Beinfest, el presidente de operaciones de béisbol de Miami.
Ramírez realmente parece estar de acuerdo con el plan. Cuando le preguntaron acerca del lado izquierdo del cuadro interior de los Marlins- en el cual Ramírez es antesalista y Reyes el campocorto - Ramírez sonrió.
"Si nos mantenemos saludables, va a ser una tremenda temporada", dijo.
En cuanto al aspecto técnico de jugar la tercera base, Ramírez dijo que no es nada del otro mundo.
"En estos momentos, siento que es más fácil para mí", dijo. "No tienes que estarte moviendo tanto".
De hecho, hay aspectos del cambio que a Ramírez le podrían terminar por encantar. Con Reyes como primer bate y robando bases, Ramírez tendrá la oportunidad de empujar muchas carreras.
Eso fue justo lo que su amigo, el venezolano Miguel Cabrera, le dijo a Ramírez cuando entrenaron juntos durante la temporada baja.
"Lo único que me acuerdo que me dijo es que tengo que ser el Jugador Más Valioso", dijo Ramírez. "Para ser el JMV, uno tiene que llevar a su equipo a los playoffs".
En ese sentido, nada cambiará. En resumidas cuentas, el rol principal de Ramírez es ocupar el tercer puesto en un lineup que ahora cuenta con un primer bate dinámico.
Los Marlins quizás sean el equipo más interesante del béisbol después de una temporada baja en la cual completaron la construcción de un nuevo estadio valorado en $515 millones, contrataron a un nuevo mánager, el venezolano Ozzie Guillén, e invirtieron $191 millones en tres agentes libres de lujo (Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell).
Sólo había un pequeño problema con el plan. Firmar a Reyes, el campeón de bateo en la Liga Nacional en el 2011, significaba que los Marlins tendrían que pedirle a su mejor jugador que cambiara de posición.
En los dos meses después de la contratación de Reyes, Ramírez habló muy poco. Eso fue lo que recalcó en la rueda de prensa. Dijo que los informes que alegaban que no quería jugar la tercera base le provocaron risa, al igual que aquellos que decían que había exigido un canje y que pensaba que el plan era mala idea. Finalmente, Ramírez habló por sí mismo.
"Jamás dije que no lo iba a hacer", manifestó.
Ramírez dijo que él y su familia se reían de los rumores mientras trabajaba para aprender su nueva posición.
"Me estaba concentrando en recuperar la salud", dijo. "Esa era toda my preocupación".
El tema que quedó al margen en medio de las discusiones acerca del cambio de posición es que Ramírez viene de su primera campaña decepcionante. Se perdió 70 juegos debido a lesiones de la espalda y el hombro y bateó apenas para .243.
"Nunca pensé que lo vería", dijo Beinfest acerca de la campaña de Ramírez en el 2011. "Fue un problema pasajero. Confío en que eso fue todo. No les puedo decir exactamente qué sucedió. Tendrían que preguntarle a Hanley. Ese simplemente no es él y no nos esperábamos eso".
Ramírez le restó importancia a las preguntas al respecto, ya que dijo que los problemas en la espalda y el hombre le impidieron hacer las cosas como suele hacerlas.
"Simplemente estoy contento de estar aquí para otra temporada con los Marlins", dijo. "Todo el mundo está contento y eso es lo que necesitamos. Tenemos que mantenernos unidos a lo largo de la temporada. Lucimos bien. Tenemos un equipo bastante bueno. En los seis años que llevo con los Marlins, este es la mejor escuadra de la cual he sido parte".
Como dijo Beinfest, Ramírez tiene tanto talento que puede jugar en cualquier lado. Pero aun así, pedirle a uno de los mejores peloteros en el béisbol que cambie de posición no es ninguna pequeñez. En siete años como torpedero, fue seleccionado al Juego de Estrellas tres veces y terminó en el segundo lugar de las votaciones para el JMV de la Liga Nacional en el 2009.
Los Marlins le han dicho a todo el que esté dispuesto a escucharlos que Ramírez sigue siendo su jugador principal, esté en la esquina caliente o en el campo corto. "No creo que haya algo mecánicamente, al menos en mi opinión, que vaya a ser extremadamente difícil para él", dijo Beinfest. "Creo que todas esas cosas le vendrán de manera innata".
Por su parte, Ramírez ya habla como alguien que está listo para guiar a su equipo al próximo capítulo en la historia de la franquicia.
"Hay una buena vibra, desde las Grandes Ligas hasta las ligas menores", dijo. "Apuesto a que todo el mundo quiere llegar a los entrenamientos para vestir el uniforme nuevo. Es algo positivo para todos".
Bienvenidos a la intersección de las expectativas y la oportunidad. Gracias a Ramírez, los Marlins del 2012 ya han arrancado.
Ramírez dijo todo lo que su equipo esperaba que dijera en su primer día en los entrenamientos de cara a su octava campaña en la Gran Carpa. El quisqueyano fildeó decenas de rodados en la tercera base, su nueva posición, y posteriormente habló efusivamente acerca de los nuevos Marlins.
"Creo que está entusiasmado y listo para empezar", dijo Larry Beinfest, el presidente de operaciones de béisbol de Miami.
Ramírez realmente parece estar de acuerdo con el plan. Cuando le preguntaron acerca del lado izquierdo del cuadro interior de los Marlins- en el cual Ramírez es antesalista y Reyes el campocorto - Ramírez sonrió.
"Si nos mantenemos saludables, va a ser una tremenda temporada", dijo.
En cuanto al aspecto técnico de jugar la tercera base, Ramírez dijo que no es nada del otro mundo.
"En estos momentos, siento que es más fácil para mí", dijo. "No tienes que estarte moviendo tanto".
De hecho, hay aspectos del cambio que a Ramírez le podrían terminar por encantar. Con Reyes como primer bate y robando bases, Ramírez tendrá la oportunidad de empujar muchas carreras.
Eso fue justo lo que su amigo, el venezolano Miguel Cabrera, le dijo a Ramírez cuando entrenaron juntos durante la temporada baja.
"Lo único que me acuerdo que me dijo es que tengo que ser el Jugador Más Valioso", dijo Ramírez. "Para ser el JMV, uno tiene que llevar a su equipo a los playoffs".
En ese sentido, nada cambiará. En resumidas cuentas, el rol principal de Ramírez es ocupar el tercer puesto en un lineup que ahora cuenta con un primer bate dinámico.
Los Marlins quizás sean el equipo más interesante del béisbol después de una temporada baja en la cual completaron la construcción de un nuevo estadio valorado en $515 millones, contrataron a un nuevo mánager, el venezolano Ozzie Guillén, e invirtieron $191 millones en tres agentes libres de lujo (Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell).
Sólo había un pequeño problema con el plan. Firmar a Reyes, el campeón de bateo en la Liga Nacional en el 2011, significaba que los Marlins tendrían que pedirle a su mejor jugador que cambiara de posición.
En los dos meses después de la contratación de Reyes, Ramírez habló muy poco. Eso fue lo que recalcó en la rueda de prensa. Dijo que los informes que alegaban que no quería jugar la tercera base le provocaron risa, al igual que aquellos que decían que había exigido un canje y que pensaba que el plan era mala idea. Finalmente, Ramírez habló por sí mismo.
"Jamás dije que no lo iba a hacer", manifestó.
Ramírez dijo que él y su familia se reían de los rumores mientras trabajaba para aprender su nueva posición.
"Me estaba concentrando en recuperar la salud", dijo. "Esa era toda my preocupación".
El tema que quedó al margen en medio de las discusiones acerca del cambio de posición es que Ramírez viene de su primera campaña decepcionante. Se perdió 70 juegos debido a lesiones de la espalda y el hombro y bateó apenas para .243.
"Nunca pensé que lo vería", dijo Beinfest acerca de la campaña de Ramírez en el 2011. "Fue un problema pasajero. Confío en que eso fue todo. No les puedo decir exactamente qué sucedió. Tendrían que preguntarle a Hanley. Ese simplemente no es él y no nos esperábamos eso".
Ramírez le restó importancia a las preguntas al respecto, ya que dijo que los problemas en la espalda y el hombre le impidieron hacer las cosas como suele hacerlas.
"Simplemente estoy contento de estar aquí para otra temporada con los Marlins", dijo. "Todo el mundo está contento y eso es lo que necesitamos. Tenemos que mantenernos unidos a lo largo de la temporada. Lucimos bien. Tenemos un equipo bastante bueno. En los seis años que llevo con los Marlins, este es la mejor escuadra de la cual he sido parte".
Como dijo Beinfest, Ramírez tiene tanto talento que puede jugar en cualquier lado. Pero aun así, pedirle a uno de los mejores peloteros en el béisbol que cambie de posición no es ninguna pequeñez. En siete años como torpedero, fue seleccionado al Juego de Estrellas tres veces y terminó en el segundo lugar de las votaciones para el JMV de la Liga Nacional en el 2009.
Los Marlins le han dicho a todo el que esté dispuesto a escucharlos que Ramírez sigue siendo su jugador principal, esté en la esquina caliente o en el campo corto. "No creo que haya algo mecánicamente, al menos en mi opinión, que vaya a ser extremadamente difícil para él", dijo Beinfest. "Creo que todas esas cosas le vendrán de manera innata".
Por su parte, Ramírez ya habla como alguien que está listo para guiar a su equipo al próximo capítulo en la historia de la franquicia.
"Hay una buena vibra, desde las Grandes Ligas hasta las ligas menores", dijo. "Apuesto a que todo el mundo quiere llegar a los entrenamientos para vestir el uniforme nuevo. Es algo positivo para todos".
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