Si los Angelinos de Los Angeles esperan que Albert Pujols los lleve a grandes destinos, incluyendo un momento de gloria en octubre, es algo razonable y realista.
Todo lo que es y todo lo que ha hecho el dominicano sugieren que el "Rey Alberto" está listo y dispuesto a llevar esa responsabilidad.
"La gente está entusiasmada", dijo Pujols mientras se acercaba su llega a los entrenamientos de los Angelinos en Tempe, Arizona. "Ya puedo imaginarme los entrenamientos y cómo van a ser."
El contrato de 10 años y US$246,841,811 millones-más incentivos-ha sido blanco de críticas. La historia está repleta de pactos a largo plazo que no han resultado. Pero son pocos los que cuestionan el valor inmediato del bateador más temible de Grandes Ligas, a sus 32 años.
Lo que más importa ahora mismo es que Pujols y su nuevo compañero de equipo, C.J. Wilson, han hecho de los Angelinos un equipo relevante en el competitivo mercado del sur de California.
El propietario del conjunto de Anaheim, Arte Moreno, no estaba nada contento de ver a sus Angelinos terminar en el segundo lugar del Oeste de la Americana por segundo año consecutivo en el 2011. Con la ayuda de un contrato de televisión local de unos US$2,000 millones que viene en un futuro cercano, a Moreno no le tembló el pulso para gastar mucho dinero en este invierno.
Por un tiempo el enfoque será en el dinero, algo que tiene sentido. Todo el mundo piensa en finanzas en estos días. Pujols y Wilson fueron los beneficiados de eso, aceptando un total de US$77,584,772 más incentivos para los próximos cinco años.
En vez de tener ese dinero y "ponerse gordos", Pujols y Wilson se han dedicado a prepararse para el 2012, decididos a recompensar a los Angelinos por la inversión que han hecho.
Pujols está tan dedicado que va a llegar temprano a los entrenamientos, junto a los lanzadores y receptores. Quiere acomodarse lo más que pueda en su nuevo equipo y el nuevo ambiente. Es el mensaje indicado a los que más importancia tienen ahora mismo: sus nuevos compañeros.
"Siempre me pregunté cómo sería jugar con Barry Bonds", dijo el jardinero de los Angelinos, Torii Hunter. "Ahora lo sabré. Albert es el Barry de su época."
Por más dominante que haya sido Bonds, nunca llevó a su equipo a un título de la Serie Mundial. Estuvo bien cerca en el 2002 con los Gigantes, pero los mismos Angelinos fueron un obstáculo demasiado grande.
De su parte, Pujols ha sido parte de dos equipos campeones, en San Luis. Los Cardenales saben bien el impacto que puede tener el dominicano.
Pujols será un líder a través de sus acciones, no con su voz. Esa última responsabilidad seguirá en manos de Hunter, quien es una especie de "portavoz" en el clubhouse con los medios. Eso le caerá muy bien a Pujols, quien se lo agradecerá a Pujols.
Pujols se dedica de lleno a su tarea todos los días. Al igual que al Salón de la Fama Tony Gwynn en su época, Pujols se pasa bastante tiempo viendo videos antes de los juegos para evaluar a los pitchers contrarios. Es imposible pasar de una selección de draft desapercibida a ser el mejor bateador del béisbol sin ser algo compulsivo en tu trabajo.
Scioscia ha dirigido a líderes "callados" en el pasado, con nombres como Tim Salmon, Garret Anderson, el dominicano Vladimir Guerrero y el venezolano Bobby Abreu. Ellos trabajan o trabajaban a su manera.
Hunter representa pura energía. Pujols es como el hielo, sustancia que parece correr por la máquina que es como pelotero.
Entre sus muchos atributos, Pujols trae el elemento de intimidación. Ha producido repetidamente en grandes momentos, y lo más probable es que se le pitche incómodo en los innings finales. Eso le pondrá la responsabilidad a Hunter, Vernon Wells y otros en el lineup de Los Angeles.
"Si eres un atleta", dijo Hunter, "para eso vives-la oportunidad de dar la cara bajo presión."
Wilson vio de cerca la influencia de Pujols, viendo cómo los Cardenales le ganaron a sus Rangers en la Serie Mundial. En la postemporada del 2011 el dominicano produjo cinco cuadrangulares, 16 empujadas y 24 hits en 18 partidos. Tres de los bambinazos fueron en el Juego 3 del Clásico de Otoño.
"Albert tiene un tremendo efecto sobre el lineup entero", dijo Wilson. "Lanzando contra los Cardenales e la Serie Mundial, vi cómo puede cambiar el juego si se le pitcha. Vean los números. Es el mejor bateador de la última década. Nadie más está cerca."
Pujols ha sido Jugador Más Valioso tres veces en la Liga Nacional. Terminó segundo en las votaciones dos veces. En nueve temporadas estuvo dentro de los primeros cuatro y siete entre los primeros dos. Eso es la definición de una grandeza consistente.
Hay quienes advierten sobre un declive inevitable, ya que los números de poder de Pujols disminuyeron un poco en sus últimos dos años en San Luis.
Limitado por una lesión en una muñeca, Pujols terminó el 2011 con promedio de .299, el más bajo de su carrera. Su porcentaje de embasarse (.366) y slugging (.541) también estuvieron por debajo de sus cifras de por vida en dichos departamentos, .420 y .617, respectivamente.
"Los números malos para Albert son grandes números para cualquier otro", dijo Hunter. Es una gran verdad.
Los números de Pujols podrían representar malas noticias para los lanzadores de la Americana. Los grandes atletas normalmente se motivan con los reportes negativos. Michael Jordan y Kobe Bryant son dos ejemplos en el baloncesto.
Pujols tiene ese tipo de personalidad y ese tipo de impacto.
Los Angelinos y sus fans ya quieren verlo-y sentirlo.
"La gente está entusiasmada", dijo Pujols mientras se acercaba su llega a los entrenamientos de los Angelinos en Tempe, Arizona. "Ya puedo imaginarme los entrenamientos y cómo van a ser."
El contrato de 10 años y US$246,841,811 millones-más incentivos-ha sido blanco de críticas. La historia está repleta de pactos a largo plazo que no han resultado. Pero son pocos los que cuestionan el valor inmediato del bateador más temible de Grandes Ligas, a sus 32 años.
Lo que más importa ahora mismo es que Pujols y su nuevo compañero de equipo, C.J. Wilson, han hecho de los Angelinos un equipo relevante en el competitivo mercado del sur de California.
El propietario del conjunto de Anaheim, Arte Moreno, no estaba nada contento de ver a sus Angelinos terminar en el segundo lugar del Oeste de la Americana por segundo año consecutivo en el 2011. Con la ayuda de un contrato de televisión local de unos US$2,000 millones que viene en un futuro cercano, a Moreno no le tembló el pulso para gastar mucho dinero en este invierno.
Por un tiempo el enfoque será en el dinero, algo que tiene sentido. Todo el mundo piensa en finanzas en estos días. Pujols y Wilson fueron los beneficiados de eso, aceptando un total de US$77,584,772 más incentivos para los próximos cinco años.
En vez de tener ese dinero y "ponerse gordos", Pujols y Wilson se han dedicado a prepararse para el 2012, decididos a recompensar a los Angelinos por la inversión que han hecho.
Pujols está tan dedicado que va a llegar temprano a los entrenamientos, junto a los lanzadores y receptores. Quiere acomodarse lo más que pueda en su nuevo equipo y el nuevo ambiente. Es el mensaje indicado a los que más importancia tienen ahora mismo: sus nuevos compañeros.
"Siempre me pregunté cómo sería jugar con Barry Bonds", dijo el jardinero de los Angelinos, Torii Hunter. "Ahora lo sabré. Albert es el Barry de su época."
Por más dominante que haya sido Bonds, nunca llevó a su equipo a un título de la Serie Mundial. Estuvo bien cerca en el 2002 con los Gigantes, pero los mismos Angelinos fueron un obstáculo demasiado grande.
De su parte, Pujols ha sido parte de dos equipos campeones, en San Luis. Los Cardenales saben bien el impacto que puede tener el dominicano.
Pujols será un líder a través de sus acciones, no con su voz. Esa última responsabilidad seguirá en manos de Hunter, quien es una especie de "portavoz" en el clubhouse con los medios. Eso le caerá muy bien a Pujols, quien se lo agradecerá a Pujols.
Pujols se dedica de lleno a su tarea todos los días. Al igual que al Salón de la Fama Tony Gwynn en su época, Pujols se pasa bastante tiempo viendo videos antes de los juegos para evaluar a los pitchers contrarios. Es imposible pasar de una selección de draft desapercibida a ser el mejor bateador del béisbol sin ser algo compulsivo en tu trabajo.
Scioscia ha dirigido a líderes "callados" en el pasado, con nombres como Tim Salmon, Garret Anderson, el dominicano Vladimir Guerrero y el venezolano Bobby Abreu. Ellos trabajan o trabajaban a su manera.
Hunter representa pura energía. Pujols es como el hielo, sustancia que parece correr por la máquina que es como pelotero.
Entre sus muchos atributos, Pujols trae el elemento de intimidación. Ha producido repetidamente en grandes momentos, y lo más probable es que se le pitche incómodo en los innings finales. Eso le pondrá la responsabilidad a Hunter, Vernon Wells y otros en el lineup de Los Angeles.
"Si eres un atleta", dijo Hunter, "para eso vives-la oportunidad de dar la cara bajo presión."
Wilson vio de cerca la influencia de Pujols, viendo cómo los Cardenales le ganaron a sus Rangers en la Serie Mundial. En la postemporada del 2011 el dominicano produjo cinco cuadrangulares, 16 empujadas y 24 hits en 18 partidos. Tres de los bambinazos fueron en el Juego 3 del Clásico de Otoño.
"Albert tiene un tremendo efecto sobre el lineup entero", dijo Wilson. "Lanzando contra los Cardenales e la Serie Mundial, vi cómo puede cambiar el juego si se le pitcha. Vean los números. Es el mejor bateador de la última década. Nadie más está cerca."
Pujols ha sido Jugador Más Valioso tres veces en la Liga Nacional. Terminó segundo en las votaciones dos veces. En nueve temporadas estuvo dentro de los primeros cuatro y siete entre los primeros dos. Eso es la definición de una grandeza consistente.
Hay quienes advierten sobre un declive inevitable, ya que los números de poder de Pujols disminuyeron un poco en sus últimos dos años en San Luis.
Limitado por una lesión en una muñeca, Pujols terminó el 2011 con promedio de .299, el más bajo de su carrera. Su porcentaje de embasarse (.366) y slugging (.541) también estuvieron por debajo de sus cifras de por vida en dichos departamentos, .420 y .617, respectivamente.
"Los números malos para Albert son grandes números para cualquier otro", dijo Hunter. Es una gran verdad.
Los números de Pujols podrían representar malas noticias para los lanzadores de la Americana. Los grandes atletas normalmente se motivan con los reportes negativos. Michael Jordan y Kobe Bryant son dos ejemplos en el baloncesto.
Pujols tiene ese tipo de personalidad y ese tipo de impacto.
Los Angelinos y sus fans ya quieren verlo-y sentirlo.
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