SANTO DOMINGO - Hace mucho que Edgardo Alfonzo dejó de ser figura en Grandes Ligas. Y hace mucho que varias personas lo "retiraron" del béisbol profesional. Pero al venezolano nunca se le ha perdido el deseo de seguir en el terreno de juego y, con mucho esfuerzo y perseverancia, el veterano ha podido permanecer en el béisbol.
¿Cómo lo ha logrado?
"El amor al juego", dijo Alfonzo, quien brillara en la Gran Carpa principalmente con los Mets de Nueva York al final de los años 90 y principio de la década pasada. "Creo que el amor al juego es importante; la pasión por lo que uno siempre ha hecho desde pequeño es lo que motiva a uno todos los días a jugar."
Alfonzo jugó 12 temporadas en Grandes Ligas de 1995 al 2006 con los Mets, Gigantes, Angelinos y Azulejos. De 1997 al 2004, llegó a cifras dobles en jonrones en ocho campañas consecutivas. Su mejor campaña fue en 1999, cuando conectó 27 vuelacercas y empujó 108 carreras, siendo figura clave en un equipo de Queens que llegó a dos victorias de la Serie Mundial. Al año siguiente fue convocado al Juego de Estrellas en medio de una temporada de promedio de .324, 25 bambinazos y 94 producidas. En esa ocasión sus Mets sí llegaron al Clásico de Otoño, pero fueron vencidos por sus vecinos Yankees de Nueva York en cinco partidos.
Ahora aquellos tiempos lucen bien remotos.
Fue repentina la disminución de la producción de Alfonzo a mediados de la década pasada, primero con los Mets y luego con San Francisco, Angelinos y finalmente Toronto. Hubo participaciones en la Liga Mexicana de Béisbol y en la Liga Central de Japón, además de tiempo con equipos independientes.
En la pelota invernal, ha habido altibajos. Fue nombrado el Regreso del Año con Navegantes del Magallanes en el 2007-08, pero antes de esta temporada fue dejado libre por dicho equipo. En el 2011-12 fue firmado por Tigres de Aragua, escuadra con la que tuvo un renacer en su carrera invernal. Con los Tigres tuvo promedio de .267 con cinco jonrones y 29 empujadas. Por segunda vez fue ganó el premio al Regreso del Año en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
A sus 38 años de edad, no se le ha quitado el ímpetu de seguir adelante.
"El trabajo y la preparación cada año", dijo Alfonzo. "La motivación y sobre todo el amor por el juego me (han mantenido) jugando cada año."
¿Y cómo se mantiene en condiciones físicas para jugar?
"Sigo la misma rutina, la misma rutina desde que estaba en Grandes Ligas hasta ahorita", comentó al respecto. "Obviamente la preparación física de uno tiene que ser más agresiva, ya que cuando vamos madurando el cuerpo se (toma) mucho para los músculos actuar igual."
Ahora tiene la oportunidad de representar a Venezuela una vez más, ya que lo ha hecho tanto en Series del Caribe como en el primer Clásico Mundial de Béisbol.
"Significa mucho", dijo Alfonzo, de 38 años de edad, acerca de vestir los colores de su país. "Cada vez que tienes la oportunidad de representar a tu país es digno de motivación."
En cuanto al retiro, el infielder/bateador designado aún no quiere pensar en esos términos.
"No sé todavía.", dijo con una sonrisa. "Vamos a esperar que pase este año y ya veremos después. Mientras tenga el talento y la motivación, voy a seguir jugando."
"El amor al juego", dijo Alfonzo, quien brillara en la Gran Carpa principalmente con los Mets de Nueva York al final de los años 90 y principio de la década pasada. "Creo que el amor al juego es importante; la pasión por lo que uno siempre ha hecho desde pequeño es lo que motiva a uno todos los días a jugar."
Alfonzo jugó 12 temporadas en Grandes Ligas de 1995 al 2006 con los Mets, Gigantes, Angelinos y Azulejos. De 1997 al 2004, llegó a cifras dobles en jonrones en ocho campañas consecutivas. Su mejor campaña fue en 1999, cuando conectó 27 vuelacercas y empujó 108 carreras, siendo figura clave en un equipo de Queens que llegó a dos victorias de la Serie Mundial. Al año siguiente fue convocado al Juego de Estrellas en medio de una temporada de promedio de .324, 25 bambinazos y 94 producidas. En esa ocasión sus Mets sí llegaron al Clásico de Otoño, pero fueron vencidos por sus vecinos Yankees de Nueva York en cinco partidos.
Ahora aquellos tiempos lucen bien remotos.
Fue repentina la disminución de la producción de Alfonzo a mediados de la década pasada, primero con los Mets y luego con San Francisco, Angelinos y finalmente Toronto. Hubo participaciones en la Liga Mexicana de Béisbol y en la Liga Central de Japón, además de tiempo con equipos independientes.
En la pelota invernal, ha habido altibajos. Fue nombrado el Regreso del Año con Navegantes del Magallanes en el 2007-08, pero antes de esta temporada fue dejado libre por dicho equipo. En el 2011-12 fue firmado por Tigres de Aragua, escuadra con la que tuvo un renacer en su carrera invernal. Con los Tigres tuvo promedio de .267 con cinco jonrones y 29 empujadas. Por segunda vez fue ganó el premio al Regreso del Año en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
A sus 38 años de edad, no se le ha quitado el ímpetu de seguir adelante.
"El trabajo y la preparación cada año", dijo Alfonzo. "La motivación y sobre todo el amor por el juego me (han mantenido) jugando cada año."
¿Y cómo se mantiene en condiciones físicas para jugar?
"Sigo la misma rutina, la misma rutina desde que estaba en Grandes Ligas hasta ahorita", comentó al respecto. "Obviamente la preparación física de uno tiene que ser más agresiva, ya que cuando vamos madurando el cuerpo se (toma) mucho para los músculos actuar igual."
Ahora tiene la oportunidad de representar a Venezuela una vez más, ya que lo ha hecho tanto en Series del Caribe como en el primer Clásico Mundial de Béisbol.
"Significa mucho", dijo Alfonzo, de 38 años de edad, acerca de vestir los colores de su país. "Cada vez que tienes la oportunidad de representar a tu país es digno de motivación."
En cuanto al retiro, el infielder/bateador designado aún no quiere pensar en esos términos.
"No sé todavía.", dijo con una sonrisa. "Vamos a esperar que pase este año y ya veremos después. Mientras tenga el talento y la motivación, voy a seguir jugando."
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