Al analizar a todos los jugadores que el gerente general de los Rockies, Dan O'Dowd, ha adquirido en esta temporada muerta, encontramos un patrón.
Primero está el antesalista Casey Blake. Tiene 38 años y está cerca de comenzar su 14ta temporada en las Grandes Ligas. Blake ha sido parte de tres equipos que participaron en la postemporada, y es respetado por casi todos por su liderazgo y tenacidad.
Blake nunca ha sido convocado al Juego de Estrellas, pero es uno de los jugadores respetados que los managers valoran. Cuando llegue el momento de su retiro, seguramente no tarde para ser dirigente en las mayores.
O'Dowd adquirió a Blake para que juegue en la tercera base y oriente a Nolan Arenado, uno de los mejores prospectos del béisbol. Sin embargo, hay un mayor motivo por el que el directivo quería a Blake en su equipo, algo que veremos más adelante.
El gerente general también firmó al jardinero Michael Cuddyer. O'Dowd lo quería tanto que cambió a su cerrojero, Huston Street, para crear espacio en su presupuesto. Cuddyer, de 32 años, pese a su relativa juventud, ha jugado 11 temporadas en la Gran Carpa y ha realizado un papel clave en crear un ambiente en el clubhouse de Minnesota que es visto como uno de los mejores.
O'Dowd también agregó al receptor venezolano Ramón Hernández. Tiene 35 años y 13 campañas en Grandes Ligas. Esta transacción llamó bastante la atención porque Colorado tiene al dominicano de 22 años Wilín Rosario, uno de los mejores prospectos de la receptoría.
A Hernández se le pedirá que sea el mentor de Rosario como lo hizo con Ryan Hanigan en Cincinnati. Y como los demás veteranos, Hernández traerá una presencia y concimiento del gran panorama que O'Dowd quiere para este equipo.
Por último, O'Dowd completó un canje para adquirir al también venezolano Marco Scutaro. El infielder de 36 años y 10 temporadas de experiencia será el titular en la intermedia de los Rockies, pero también ha visto tiempo de juego en el campo corto, la antesala, la inicial y el jardín izquierdo.
Scutaro es visto como un pelotero que lucha cada turno al bate. También es reconocido como un buen compañero y un ganador. O'Dowd quiere esas cualidades impalpables junto a la producción.
No es difícil notar el patrón. O'Dowd de manera discreta ha renovado en este invierno el roster de Colorado y lo ha hecho sin invertir enormes cantidades de dinero.
La temporada 2012 de los Rockies dependerá de los resultados de su rotación. Necesitarán volver a contar en el montículo con el dominicano Juan Nicasio y mantener las esperanzas de que el mexicano Jorge de la Rosa pueda regresar en algún momento de una cirugía TommyJohn. También han depositado un poco de fe en el veterano de 49 años Jamie Moyer.
Si Colorado espera competir, necesitará que unos cuantos de sus serpentineros jóvenes -- el venezolano Jhoulys Chacín, Drew Pomeranz, Tyler Chatwood, etc. -- brinden entradas de calidad.
O'Dowd calificó a este club como "una obra en progreso". Para el Día Inaugural, es posible que los Rockies no sean tan fuertes como los Gigantes y D-backs en la División Oeste de la Liga Nacional, pero tienen profundidad en su sistema de liga menor y una interesante mezcla de juventud y experiencia.
Como se dio cuenta Colorado la temporada pasada, las expectativas no significan nada. Varios esperaban que Rockies se acercaran a los playoffs en el 2011, pero una cantidad de lesiones y actuaciones decepcionantes resultaron en una marca de 73-89.
Al final del año, hubo algo en el club que no le agradó a O'Dowd y no tuvo nada que ver con las estadísticas. No es algo fácil de señalar. Los conjuntos exitosos casi siempre lo tienen y no están muy seguros de dónde viene. También puede desaparecer en un instante.
"Debes crear una cultura de campeón", explicó O'Dowd. "La suma de las partes debe ser mayor que cualquier pieza individual. Los peloteros deben tener una mentalidad de equipo".
Al agregar a esos cuatro experimentados jugadores -- todos con gran reputación de que entienden lo que se necesita para ganar, responsabilidad y todo eso -- O'Dowd espera cambiar a su equipo en un aspecto fundamental.
"No hemos tenido un sentido de responsabilidad", dijo el gerente general. "Tus managers y coaches fijan las bases, la dirección y responsabilidad. Pero los jugadores al final son los responsables. Eso no es parte de nuestra cultura. Intentamos traer a peloteros que pensamos que la tienen".
Durante tres décadas en el béisbol, O'Dowd se ha dado cuenta de que los excelentes equipos son los que tienen cuatro aspectos:
• Estrellas que juegan a un alto nivel.
• Actuaciones sorprendentes de uno o dos jóvenes. ("Los Diamondbacks por ejemplo", indicó O'Dowd. "Ellos nunca esperaron que Ian Kennedy alcanzara estadísticas dignas de un Premio Cy Young. No sabían lo mucho que contribuiría Paul Goldschmidt. Los buenos equipos necesitan eso".)
• Salud
• Capacidades impalpables.
"La verdad pienso que la mayoría de los clubes comienzan la temporada con un conjunto que puede ganar de 82 a 86 juegos", agregó O'Dowd. "Nosotros somos uno de ellos. Si todo sale como esperamos, podemos conseguir de 88 a 92 victorias. Si todo sale mal, solamente ganaremos de 72 a 78 partidos. Lo único que puedes controlar es la mentalidad de tu equipo. Tienes que formar el ambiente correcto. No te puedes enfocar solamente en el talento. Debes tener muchachos que encajen en un molde. Espero que eso sea lo que hayamos logrado. Ahora es tiempo de ver si todo eso funcionó".
Blake nunca ha sido convocado al Juego de Estrellas, pero es uno de los jugadores respetados que los managers valoran. Cuando llegue el momento de su retiro, seguramente no tarde para ser dirigente en las mayores.
O'Dowd adquirió a Blake para que juegue en la tercera base y oriente a Nolan Arenado, uno de los mejores prospectos del béisbol. Sin embargo, hay un mayor motivo por el que el directivo quería a Blake en su equipo, algo que veremos más adelante.
El gerente general también firmó al jardinero Michael Cuddyer. O'Dowd lo quería tanto que cambió a su cerrojero, Huston Street, para crear espacio en su presupuesto. Cuddyer, de 32 años, pese a su relativa juventud, ha jugado 11 temporadas en la Gran Carpa y ha realizado un papel clave en crear un ambiente en el clubhouse de Minnesota que es visto como uno de los mejores.
O'Dowd también agregó al receptor venezolano Ramón Hernández. Tiene 35 años y 13 campañas en Grandes Ligas. Esta transacción llamó bastante la atención porque Colorado tiene al dominicano de 22 años Wilín Rosario, uno de los mejores prospectos de la receptoría.
A Hernández se le pedirá que sea el mentor de Rosario como lo hizo con Ryan Hanigan en Cincinnati. Y como los demás veteranos, Hernández traerá una presencia y concimiento del gran panorama que O'Dowd quiere para este equipo.
Por último, O'Dowd completó un canje para adquirir al también venezolano Marco Scutaro. El infielder de 36 años y 10 temporadas de experiencia será el titular en la intermedia de los Rockies, pero también ha visto tiempo de juego en el campo corto, la antesala, la inicial y el jardín izquierdo.
Scutaro es visto como un pelotero que lucha cada turno al bate. También es reconocido como un buen compañero y un ganador. O'Dowd quiere esas cualidades impalpables junto a la producción.
No es difícil notar el patrón. O'Dowd de manera discreta ha renovado en este invierno el roster de Colorado y lo ha hecho sin invertir enormes cantidades de dinero.
La temporada 2012 de los Rockies dependerá de los resultados de su rotación. Necesitarán volver a contar en el montículo con el dominicano Juan Nicasio y mantener las esperanzas de que el mexicano Jorge de la Rosa pueda regresar en algún momento de una cirugía TommyJohn. También han depositado un poco de fe en el veterano de 49 años Jamie Moyer.
Si Colorado espera competir, necesitará que unos cuantos de sus serpentineros jóvenes -- el venezolano Jhoulys Chacín, Drew Pomeranz, Tyler Chatwood, etc. -- brinden entradas de calidad.
O'Dowd calificó a este club como "una obra en progreso". Para el Día Inaugural, es posible que los Rockies no sean tan fuertes como los Gigantes y D-backs en la División Oeste de la Liga Nacional, pero tienen profundidad en su sistema de liga menor y una interesante mezcla de juventud y experiencia.
Como se dio cuenta Colorado la temporada pasada, las expectativas no significan nada. Varios esperaban que Rockies se acercaran a los playoffs en el 2011, pero una cantidad de lesiones y actuaciones decepcionantes resultaron en una marca de 73-89.
Al final del año, hubo algo en el club que no le agradó a O'Dowd y no tuvo nada que ver con las estadísticas. No es algo fácil de señalar. Los conjuntos exitosos casi siempre lo tienen y no están muy seguros de dónde viene. También puede desaparecer en un instante.
"Debes crear una cultura de campeón", explicó O'Dowd. "La suma de las partes debe ser mayor que cualquier pieza individual. Los peloteros deben tener una mentalidad de equipo".
Al agregar a esos cuatro experimentados jugadores -- todos con gran reputación de que entienden lo que se necesita para ganar, responsabilidad y todo eso -- O'Dowd espera cambiar a su equipo en un aspecto fundamental.
"No hemos tenido un sentido de responsabilidad", dijo el gerente general. "Tus managers y coaches fijan las bases, la dirección y responsabilidad. Pero los jugadores al final son los responsables. Eso no es parte de nuestra cultura. Intentamos traer a peloteros que pensamos que la tienen".
Durante tres décadas en el béisbol, O'Dowd se ha dado cuenta de que los excelentes equipos son los que tienen cuatro aspectos:
• Estrellas que juegan a un alto nivel.
• Actuaciones sorprendentes de uno o dos jóvenes. ("Los Diamondbacks por ejemplo", indicó O'Dowd. "Ellos nunca esperaron que Ian Kennedy alcanzara estadísticas dignas de un Premio Cy Young. No sabían lo mucho que contribuiría Paul Goldschmidt. Los buenos equipos necesitan eso".)
• Salud
• Capacidades impalpables.
"La verdad pienso que la mayoría de los clubes comienzan la temporada con un conjunto que puede ganar de 82 a 86 juegos", agregó O'Dowd. "Nosotros somos uno de ellos. Si todo sale como esperamos, podemos conseguir de 88 a 92 victorias. Si todo sale mal, solamente ganaremos de 72 a 78 partidos. Lo único que puedes controlar es la mentalidad de tu equipo. Tienes que formar el ambiente correcto. No te puedes enfocar solamente en el talento. Debes tener muchachos que encajen en un molde. Espero que eso sea lo que hayamos logrado. Ahora es tiempo de ver si todo eso funcionó".
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