LOS ÁNGELES -- El delantero argentino de los Houston Rockets, Luis Scola, lamentó el martes la fractura en una mano que sufrió su compatriota y estelar jugador de los San Antonio Spurs, Emanuel 'Manu' Ginóbili.
Ginóbili sufrió una fractura en el quinto metacarpiano de su mano izquierda y podría perder un tiempo significativo de la recortada campaña de la NBA aunque declaró por su cuenta de Twitter que estará fuera seguramente algunas semanas sin precisar un periodo de tiempo.
"Hablé con él brevemente anoche (el lunes). Estaba bastante 'bajoneado'. Había empezado bien el año y siendo ésta una campaña complicada y muy corta, imagino que estará un poco deprimido", dijo Scola minutos antes de enfrentar a Los Angeles Lakers en el Staples Center.
"Así son a veces las lesiones... imposibles de evitar con un poco de mala suerte".
Ginóbili sufrió la lesión cuando el lunes intentó robar un balón contra un jugador de los Minnesota Timberwolves y su mano izquierda chocó contra el cuerpo de un jugador del equipo oponente que corría por su lado. La jugada tuvo ocasión cuando faltaban 2:38 segundos para finalizar el segundo cuarto de acción.
Scola espera de todo corazón que su compañero de la selección nacional de Argentina pueda recuperarse prontamente y bien. Sobre todo cuando ambos aspiran a jugar este verano en los Juegos Olímpicos en Londres, donde aspiran a ganar una segunda medalla de oro en el baloncesto para con ella despedirse del circuito del baloncesto olímpico.
El delantero dijo que espera que dicha lesión no le vaya a costar a su compañero la oportunidad de volver a jugar por Argentina, detalle que sí le costó el año antepasado su participación en el Campeonato Mundial en Turquía que fue ganado por Estados Unidos y el que Argentina llegó en la quinta posición.
"No creo que Manu no juegue en los Juegos Olímpicos (debido a esa lesión) ni que San Antonio le diga que no. Queremos estar allí", destacó Scola asegurando su intención de estar nuevamente representando los colores de su patria en ese escenario olímpico.
SIN RESENTIEMIENTO CONTRA ROCKETS
Scola, por otra parte, se mostró contento de seguir siendo parte de los Rockets a pesar que cerca de dos semanas antes que comenzara la temporada estuvo involucrado en un cambio que le hubiera llevado a los New Orleans Hornets y que hubiera aterrizado en los Lakers al armador Chris Paul. Dicho cambio fue el que fue detenido por el Comisionado de la NBA, David Stern, cubriendo su rol como presidente de los Hornets, un equipo que actualmente es propiedad de la NBA y por ende de todos los demás dueños de la liga.
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El cambio fue el mismo que también hubiera llevado fuera de Los Angeles al centro español Pau Gasol y al delantero Lamar Odom. En el mismo, Gasol hubiera ido a Houston y Odom a Nueva Orleans. Pero cuando el cambio fue vetado por Stern, todos quedaron en sus originales equipos aunque para el delantero de los Houston Rockets, Luis Scola, haber escuchado su nombre incluido en el cambio que hubiera llevado a Chris Paul a Los Angeles Lakers varias semanas antes que comenzara la temporada y que fue vetado por el Comisionado de la NBA, David Stern, fue un factor sorpresivo y que le hizo vivir varias horas de incertidumbre. Pero tal y como hizo Gasol, y contrario a lo de Odom, el argentino pasó la página y siguió comprometido con la causa de Houston.
Odom, mejor sexto hombre de la temporada pasada, reaccionó al frustrado canje con una demanda de cambio a los Lakers, quienes le cumplieron su pedido pasándole a los campeones Dallas Mavericks.
En cuanto a Scola, su reacción fue distinta.
"Todo el proceso estuvo un poco loco pero bueno, es así como es la NBA. Y hay que estar tranquilo. No es mucho lo que podemos hacer", explicó Scola.
El delantero de 31 años, 6-9 pies de estatura y activo en su quinta temporada en la NBA indicó que intentó tomar todo el proceso de una manera tranquila entendiendo el proceso.
"Entiendo cómo funciona el sistema y comprendí que ellos sólo encontraron una forma de mejorar el equipo y no creo que haya nada de malo con eso. Es válido y leal que hayan hecho eso. Sólo que me tocó a mí ser parte del cambio porque siempre para conseguir algo hay que dar algo", analizó Scola.
Con ese detalle, Scola dijo que no tuvo quejas ni reparos en seguir entrenando durante el proceso con los Rockets y sucesivamente seguir jugando con ellos.
"Pasamos la página y seguimos trabajando. Así fue. Pasó y pasó. Y ya está. Me tocó a mí en ese momento. Después pasó esa situación un poco atípico pero ya está. No le doy mucha vuelta a eso", argumentó Scola.
Tampoco le da mucho pensamiento a la posibilidad que siga siendo una potencial ficha de cambio de los Rockets.
"Si en algún momento me cambian, pues me cambian. Y si no me cambian me quedaré acá feliz. Evidentemente la posibilidad está latente que en cualquier momento pueda hacer un cambio. Lo vivimos en carne propia. Pero nosotros no podemos estar pendientes a eso. No hay nada que podamos hacer al respecto más que trabajar, entrenar, esforzarnos y tratar de jugar bien. Pero ni siquiera eso ayuda para que no haya un cambio. Si juegas bien, llamas la atención de más equipos. Lo bueno es que para que alguien te quiera dar, alguien te tiene que querer recibir", apuntó Scola.
Por el momento, los Rockets deberían repensar bien si les conviene dejar ir a Scola. Es el segundo mejor anotador del equipo en lo que va del torneo con un promedio de 15.5 puntos por juego. Sus rebotes, sin embargo, han llegado un tanto bajos con una aportación de 5.8 por cotejo.
Houston, por su parte, llegó al juego del martes en Los Angeles con marca de 2-2 que se dividieron en victorias en su casa y derrotas de visita. El equipo que desde esta campaña es dirigido por Kevin McHale al momento ha lucido bastante sólido en Houston y muy errático como visitante. Sin embargo, Scola considera que todavía es muy temprano para analizar el desempeño de su equipo.
"Esta temporada recién empieza y es difícil en este punto hacer un balance tan profundo. Son sólo dos partidos malos. Puede haber sido casualidad que en esos dos duelos jugamos mal, o casualidad que eran difíciles, o lo que sea. Hasta el día de hoy en los dos encuentros de locales fuimos mejor que como visitantes, pero quiero pensar que son casualidades. Que no tiene nada que ver con jugar fuera de casa. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a jugar fuera de casa. Eso no debería influir", aseguró Scola.
"Hablé con él brevemente anoche (el lunes). Estaba bastante 'bajoneado'. Había empezado bien el año y siendo ésta una campaña complicada y muy corta, imagino que estará un poco deprimido", dijo Scola minutos antes de enfrentar a Los Angeles Lakers en el Staples Center.
"Así son a veces las lesiones... imposibles de evitar con un poco de mala suerte".
Ginóbili sufrió la lesión cuando el lunes intentó robar un balón contra un jugador de los Minnesota Timberwolves y su mano izquierda chocó contra el cuerpo de un jugador del equipo oponente que corría por su lado. La jugada tuvo ocasión cuando faltaban 2:38 segundos para finalizar el segundo cuarto de acción.
Scola espera de todo corazón que su compañero de la selección nacional de Argentina pueda recuperarse prontamente y bien. Sobre todo cuando ambos aspiran a jugar este verano en los Juegos Olímpicos en Londres, donde aspiran a ganar una segunda medalla de oro en el baloncesto para con ella despedirse del circuito del baloncesto olímpico.
El delantero dijo que espera que dicha lesión no le vaya a costar a su compañero la oportunidad de volver a jugar por Argentina, detalle que sí le costó el año antepasado su participación en el Campeonato Mundial en Turquía que fue ganado por Estados Unidos y el que Argentina llegó en la quinta posición.
"No creo que Manu no juegue en los Juegos Olímpicos (debido a esa lesión) ni que San Antonio le diga que no. Queremos estar allí", destacó Scola asegurando su intención de estar nuevamente representando los colores de su patria en ese escenario olímpico.
SIN RESENTIEMIENTO CONTRA ROCKETS
Scola, por otra parte, se mostró contento de seguir siendo parte de los Rockets a pesar que cerca de dos semanas antes que comenzara la temporada estuvo involucrado en un cambio que le hubiera llevado a los New Orleans Hornets y que hubiera aterrizado en los Lakers al armador Chris Paul. Dicho cambio fue el que fue detenido por el Comisionado de la NBA, David Stern, cubriendo su rol como presidente de los Hornets, un equipo que actualmente es propiedad de la NBA y por ende de todos los demás dueños de la liga.
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El cambio fue el mismo que también hubiera llevado fuera de Los Angeles al centro español Pau Gasol y al delantero Lamar Odom. En el mismo, Gasol hubiera ido a Houston y Odom a Nueva Orleans. Pero cuando el cambio fue vetado por Stern, todos quedaron en sus originales equipos aunque para el delantero de los Houston Rockets, Luis Scola, haber escuchado su nombre incluido en el cambio que hubiera llevado a Chris Paul a Los Angeles Lakers varias semanas antes que comenzara la temporada y que fue vetado por el Comisionado de la NBA, David Stern, fue un factor sorpresivo y que le hizo vivir varias horas de incertidumbre. Pero tal y como hizo Gasol, y contrario a lo de Odom, el argentino pasó la página y siguió comprometido con la causa de Houston.
Odom, mejor sexto hombre de la temporada pasada, reaccionó al frustrado canje con una demanda de cambio a los Lakers, quienes le cumplieron su pedido pasándole a los campeones Dallas Mavericks.
En cuanto a Scola, su reacción fue distinta.
"Todo el proceso estuvo un poco loco pero bueno, es así como es la NBA. Y hay que estar tranquilo. No es mucho lo que podemos hacer", explicó Scola.
El delantero de 31 años, 6-9 pies de estatura y activo en su quinta temporada en la NBA indicó que intentó tomar todo el proceso de una manera tranquila entendiendo el proceso.
"Entiendo cómo funciona el sistema y comprendí que ellos sólo encontraron una forma de mejorar el equipo y no creo que haya nada de malo con eso. Es válido y leal que hayan hecho eso. Sólo que me tocó a mí ser parte del cambio porque siempre para conseguir algo hay que dar algo", analizó Scola.
Con ese detalle, Scola dijo que no tuvo quejas ni reparos en seguir entrenando durante el proceso con los Rockets y sucesivamente seguir jugando con ellos.
"Pasamos la página y seguimos trabajando. Así fue. Pasó y pasó. Y ya está. Me tocó a mí en ese momento. Después pasó esa situación un poco atípico pero ya está. No le doy mucha vuelta a eso", argumentó Scola.
Tampoco le da mucho pensamiento a la posibilidad que siga siendo una potencial ficha de cambio de los Rockets.
"Si en algún momento me cambian, pues me cambian. Y si no me cambian me quedaré acá feliz. Evidentemente la posibilidad está latente que en cualquier momento pueda hacer un cambio. Lo vivimos en carne propia. Pero nosotros no podemos estar pendientes a eso. No hay nada que podamos hacer al respecto más que trabajar, entrenar, esforzarnos y tratar de jugar bien. Pero ni siquiera eso ayuda para que no haya un cambio. Si juegas bien, llamas la atención de más equipos. Lo bueno es que para que alguien te quiera dar, alguien te tiene que querer recibir", apuntó Scola.
Por el momento, los Rockets deberían repensar bien si les conviene dejar ir a Scola. Es el segundo mejor anotador del equipo en lo que va del torneo con un promedio de 15.5 puntos por juego. Sus rebotes, sin embargo, han llegado un tanto bajos con una aportación de 5.8 por cotejo.
Houston, por su parte, llegó al juego del martes en Los Angeles con marca de 2-2 que se dividieron en victorias en su casa y derrotas de visita. El equipo que desde esta campaña es dirigido por Kevin McHale al momento ha lucido bastante sólido en Houston y muy errático como visitante. Sin embargo, Scola considera que todavía es muy temprano para analizar el desempeño de su equipo.
"Esta temporada recién empieza y es difícil en este punto hacer un balance tan profundo. Son sólo dos partidos malos. Puede haber sido casualidad que en esos dos duelos jugamos mal, o casualidad que eran difíciles, o lo que sea. Hasta el día de hoy en los dos encuentros de locales fuimos mejor que como visitantes, pero quiero pensar que son casualidades. Que no tiene nada que ver con jugar fuera de casa. La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a jugar fuera de casa. Eso no debería influir", aseguró Scola.
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