Fue un sábado diferente. Como si después de cada frustración, el boxeo se las arreglara para darnos una satisfacción. Y esta vez por partida doble, en Atlantic City y Las Vegas.
Por un lado, el argentino Sergio Martínez (48-2-2, 27 KOs), sufrió más de lo esperado para vencer a un disciplinado Darren Barker y ambos nos regalaron un gran combate.
Por otro lado, el mexicano Rafael Márquez protagonizó una verdadera pelea de título contra el campeón pluma Jr. del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el japonés Toshiaki Nishioka y aunque perdió en las tarjetas, dejó una grata sensación por su acostumbrada entrega y coraje.
Pero vamos por partes. En el Boardwalk Hall de Atlantic City, Nueva Jersey, el guión de la historia parecía estar escrito de antemano. Todos esperábamos una nueva exhibición de Maravilla Martínez y un triunfo contundente. Estaba 15-1 en las apuestas. Pero en este mundo del boxeo, cuando se pelea en serio, siempre hay que contar con el rival. Cuando los títulos se ganan consiguiendo victorias de verdad, hay que esperar siempre buenos contrincantes. Y el británico Barker nos sorprendió a todos. Con una guardia hermética, una ofensiva permanente y buenas combinaciones en contragolpe, logró apagar la magia inicial del argentino y lo complicó.
Fueron seis asaltos iniciales que hasta lograron preocupar a la esquina del campeón, que recién después del séptimo episodio encontró su distancia y los golpes empezaron a llegar a la humanidad del rival. Un cambio de estrategia, en ese aspecto fue fundamental, los golpes al cuerpo que fueron poco a poco abriendo la guardia del inglés, hasta que la suma de durísimas combinaciones lo acabó en el décimo asalto.
Triunfo costoso, pero que le otorga aún más mérito al campeón que casi nadie quieren enfrentar. Sin posibilidades casi de retar a los campeones de 154 o 160 libras, parecería que el peligroso Andy Lee (27-1, 19 KOs), que más temprano venció a Brian Vera (19-6, 12 KOs), sería su próximo rival.
En el hotel MGM Grand de Las Vegas, Márquez puso todo su corazón en una batalla de toma y daca, a pura sangre contra el campeón Nishioka En la suma de mejores combinaciones, el monarca prevaleció y así lo vieron los jueces que en forma unánime le otorgaron la victoria.
Márquez buscaba ser el tercer peleador en la historia, y tercer mexicano, en ser campeón mundial pluma Jr. en al menos dos periodos. Fue una derrota dolorosa en un momento difícil de su carrera. Había regresado a las 122 buscando la corona que se le negó en las 126.
De todas maneras Rafa se fue del cuadrilátero con el orgullo en alto, aplaudido por toda la fanaticada y demostrando que para merecer las coronas, no hay que elegir rivales. Los auténticos cinturones, solo pueden cruzar el pecho de los que vencen a los mejores. Este sábado, vimos dos ejemplos. Ojalá se repitan este tipo de espectáculos, el boxeo los merece.
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